Grace vive en Londres y trabaja como cirujana de éxito en uno de los hospitales más prestigiosos de la ciudad pero se siente sola. En vísperas de Navidad decide volver a su pueblo natal, una pequeña aldea de Transilvania, donde viven sus abuelos y su padre. Grace se reencuentra con su infancia, con una vida plena y feliz, con su familia. Pero además de los excéntricos vecinos del pueblo, la mula de Cesare, el cotilla del farmacéutico y los misterios de su padre y su hermana, Grace va a encontrarse con algo que no esperaba y que trastocará todos sus planes.
" Cuéntame una noctalia" es una historia divertida y llena de ternura que seduce por el encanto de sus protagonistas y por un entorno mágico, cálido, del que cuesta muchísimo marcharse.
Lector, puede que el pueblo de Grace no salga en todos los mapas pero la felicidad y el amor saben llegar a cualquier sitio.
No es primer libro de la autora que he leído. Algunos me han llenado más que otros, pero es indiscutible de que sus historias siempre tiene ese algo que engancha, bien por sus personajes o por la propia historia.
No son libros con grandes pretensiones, son historias reales, cotidianas, sencillas y es precisamente esa sencillez las que las hace cálidas porque las imaginas, ves que pueden ser reales, que tiene protagonistas de carne y hueso, sin personajes imposibles tanto en físico como en carácter.
En este caso sí que hay algún elemento que es más ficticio que en otras novelas suyas, está más novelado pero no saca de contexto al lector porque lo apoya en un hecho histórico dando credibilidad a la narración
Grace deja todo su pasado para recuperar sus raíces y volver a una vida sencilla junto a su familia. Allí tiene lugar un acontecimiento que pondrá su futuro patas arriba.
Es de las novelas que he leído de ella que más corta se me ha hecho, en el nudo he echado de menos un poco más de profundidad en la historia porque tiene un gran elenco de personajes sobre los que se hubiese podido profundizar más, dado que al ser una pequeña aldea podía dar lugar a más historias esperpénticas ya que alguno de los personajes como Cesare dan mucho juego. Hay mucho escondido en cada uno de ellos por lo que se podría haber tirado mucho más. Pero todo tiene una explicación y es que esta novela tiene ya sus añitos y por tanto Mónica ha ido evolucionando.
Podríamos pensar que está lleno de estereotipos pero nada más lejos de la realidad. Los sitios pequeños tienen estas peculiaridades, es como los institutos americanos con los grupos de animadoras, los jugadores, los empollones... pues un pueblo no es un pueblo si no tiene al corrillo de cotillas o al farmacéutico que sabe más de ti que tú mismo.
Mónica echa mano del recurso que últimamente se usa tanto de impregnar las historias con títulos y referencias de otros libros, al igual que ocurre con las canciones. Aunque es un recurso cada día más utilizado si está bien introducido no deja de mostrar títulos para que los lectores se piquen y lean esas historias, en especial los más jóvenes dado que la literatura clásica cada vez se lee menos.
Me ha encantado la forma de encauzar cada capítulo, es la matinal de noticias de la radio y a modo de bando sin que sea el alguacil quien lo da, nos pone al día de los acontecimientos que han ocurrido en las horas próximas.
No podía falta una historia de amor, pero no es una historia tórrida, va forjándose a fuego lento como la vida en el pueblo, imprevisible y sin saber que va a ocurrir,
En definitiva una lectura para esas tardes de chimenea con una mantita y una taza calentita. No os va a defraudar.
Reseñado por Rocío Carralón