La reciente detención de una banda delictiva que operaba bajo la modalidad del “cuento del tío” en la Ciudad de Buenos Aires, puso en evidencia algunas de las nuevas técnicas que utilizan los ladrones para engañar a sus víctimas, especialmente a los adultos mayores. Por este motivo, cronica.com.ar consultó a un especialista en seguridad para saber cómo evitar caer en la trampa ante el incremento de casos similares.
Sucede que recientemente, la Policía de la Ciudad logró detener a dos estafadores luego de que una mujer mayor denunciara en septiembre último que le robaron dólares y joyas haciéndole el “cuento del tío”. La investigación de varios meses derivó en seis allanamientos y la posterior detención del supuesto líder de la banda en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza cuando regresaba de un viaje a Brasil.
Este caso representa solo una de las tantas denuncias vinculadas a esta modalidad que se repiten año tras año, aunque con nuevas tácticas y argumentos adaptados al contexto. Los adultos mayores son las principales víctimas. “La efectividad de la modalidad del cuento del tío en los adultos mayores se debe principalmente a tres factores: sociológico, psicológico y fisiológico”, explica Luis Vicat, experto en seguridad.
“Sociológicamente hay una necesidad de comunicación del adulto mayor, se ponen charletas y esto facilita la obtención de inteligencia por parte de los victimarios. Psicológicamente, tienen una serie de valores de prevalencia de la memoria remota que hace que tiendan a creer en uniformes y esas cosas, por lo tanto este ardid es muy usado cuando quieren ingresar a las casas. Y fisiológicamente tienen menor capacidad de reacción”, detalla el especialista.
En el caso que trascendió en las últimas horas, la víctima –una abuela del barrio porteño de Almagro– fue engañada por una banda de la colectividad gitana que se dedicada a estafar personas mediante el denominado “cuento del tío”. Uno de los ladrones se hizo pasar por el nieto y le dijo que un amigo de él la acompañaría al banco a sacar dólares ante una inminente devualuación de la moneda.
De los procedimientos también fueron decomisados once teléfonos celulares, 17 tarjetas de crédito de diferentes damnificados, 666.800 pesos, dos tablets, 50 euros, un Volkswagen Polo, un Toyota Corolla, 2.800 dólares, quedando todo a disposición del juzgado interventor.
Con respecto a las nuevas técnicas, el especialista en seguridad explica cómo funcionan algunas de las más comunes en la actualidad. La primera consiste en “cortar desde la calle el medidor del gas o el de luz o el de agua que están afuera de la vivienda y unas horas más tarde tocar timbre y hacerse pasar por los que vienen a verificar la instalación”, advierte Vicat.
Otro ejemplo entre los más habituales es el del secuestro virtual. “Hablan por teléfono y luego, con el ardid de ir a buscar un rescate, ingresan a la casa si es que está la persona sola y la roban”, advierte Vicat
La primera señal de prevención es no abrirle la puerta a ningún desconocido. “Ni aunque se presenten como autoridad policial o judicial. En ese caso, llamar rápidamente al 911 o algún familiar o amigo”, señala el especialista.
Ante requisitorias telefónicas, nunca dar datos ciertos. “Por ejemplo, si me preguntan “¿hablo con lo de José? y ese es mi nombre, estar atento a no asentir. No dar respuestas a preguntas asertivas. Porque todo dato compartido en una conversación telefónica, le sirve para hacer la inteligencia previa de un secuestro virtual o de un cuento del tío“, concluye el experto en seguridad.
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