“Detrás de lo obvio”
Todos los viernes por la mañana Nasrudín llegaba al mercado del pueblo con un burro que ofrecía en venta.
El precio que demandaba era siempre insignificante, muy inferior al valor del animal.
Un día se le acercó un rico mercader, quien se dedicaba a la compra y venta de burros.
-No puedo comprender cómo lo hace, Nasrudín. Yo vendo burros al precio más bajo posible. Mis sirvientes obligan a los campesinos a darme forraje gratis. Mis esclavos cuidan de mis animales sin que les pague retribución alguna. Sin embargo, no puedo igualar sus precios.
-Muy sencillo -dijo Nasrudín-. Usted roba forraje y mano de obra. Yo robo burros.
IDRIES SHAH
“Un milagro”
Le habían asegurado que la Sagrada Imagen retornaría el movimiento al brazo paralizado y la señora tenía mucha fe. ¡Lo que consigue la fe! La señora entró temblando en la misteriosa cueva y fue tan intensa su emoción que enmudeció para siempre. Del brazo no curó porque era incurable.
LLORENÇ VILLALONGA
“Aprender a morir”
Con frecuencia, nuestros órganos judiciales envían a ejecutar a los criminales al lugar donde se cometió el crimen. Durante el camino, se pasea al reo por casas hermosas y se les ofrecen banquetes. ¿Acaso crees que son capaces de disfrutarlo? La intención final del viaje —que no dejan de tener ante los ojos— les altera y embota el gusto para todos estos placeres.
MICHEL DE MONTAIGNE
fuente: http://ciudadseva.com/biblioteca/indice-autor-minicuentos/