Revista Cultura y Ocio

Cuentos completos (1957-2000), por Juan José Saer

Publicado el 20 abril 2014 por David Pérez Vega @DavidPerezVeg
Cuentos completos (1957-2000), por Juan José Saer Editorial El Aleph. 783 páginas. 1ª edición de 1957-2000. Ésta de 2012.
Un sábado del último verano, un amigo de Móstoles me invitó a tomar algo por su cumpleaños en su casa de un pueblo de Toledo. Me acercó en coche desde Móstoles otro amigo invitado al cumpleaños, y de camino me dejé llevar por una de esas ensoñaciones en las que vivía durante la infancia: los campos amarillos que atravesaba la carretera no eran campos castellanos sino la pampa argentina; y yo iba con mis amigos a compartir un asado a una de las casas a las afueras de la ciudad saeriana. Entonces fue cuando me dije que debería volver a leer a Juan José Saer (Serondino, Santa Fe, Argentina, 1937 – París, 2005). En casa tengo comprado, y aún sin leer, la primera edición de El limonero real. Creo que porque no era exactamente esta novela la que más me apetecía leer de las que me quedan del autor no había continuado leyéndole al ritmo de los últimos años. Considero que Juan José Saer ha sido el gran autor que he leído (partiendo de cero) desde que empecé con el blog, y me gustaría que algún día estuvieren en este espacio comentadas sus obras completas.
Al final, en enero, me compré los Cuentos Completos (1957-2000) como regalo de Navidad de mis padres. Es decir: yo compré el libro para que me lo regalara mi madre: creo que hay costumbres familiares que deberías de abolirse de forma instantánea sobrepasada cierta edad. Cuando hace dos años El Aleph publicó este volumen de los Cuentos Completos junto a otro de similar tamaño con las tres primeras novelas de Saer, compré el de las novelas con la intención de comprar el de los cuentos cuando hubiese acabado con las novelas. Ya iba siendo hora de que lo comprara y me pusiera con él.
Estos Cuentos completos recogen la producción de Saer durante un periodo de más de cuarenta años: 1957-2000, en concreto. Este volumen está ordenado desde el libro más moderno hasta el más antiguo: “Tal vez de esta manera el lector tendrá del conjunto una perspectiva semejante a la mía”, nos dice Saer en el prólogo. Pero yo he preferido leerlo en el orden en que los libros fueron escritos. Los libros de relatos que Saer publicó son estos: En la zona (1957-1960), Palo y hueso (1961), Unidad de lugar (1966), La mayor (1969-1975) y Lugar (2000). Las fechas son las que se señalan en el volumen e indican el periodo de tiempo en el que los cuentos están escritos. Además de los cinco libros señalados, estos Cuentos completos incluyen cuatro más, en una sección titulada Esquina de febrero ((1964-1965); y dada la época en que están escritos, se sitúa en el libro tras Unidad de lugar.
Si tenemos en cuenta que Saer nació en 1937, podemos observar pasmados que cerca de la mitad de las páginas de estos Cuentos completos están escritas por un joven que como mucho tiene veinticuatro años cuantos se publican sus dos primeros libros de cuentos, y cuyas primeras composiciones (1957) están escritas cuando tiene diecinueve o veinte años. Este detalle no deja de ser relevante para poner de manifiesto desde ya el gran talento de este autor. Por supuesto su primer libro, En la zona, no es su mejor libro de cuentos, pero que ese libro esté escrito entre los veinte y los veintitrés años nos muestra un indudable talento natural.
En la zona (1957-1960) se divide en dos partes. La primera, titulada Zona del puerto, nos acerca a un grupo de personajes marginales: prostitutas, proxenetas, jugadores, contrabandistas… Como Jorge Luis Borges, Saer se deja fascinar en sus comienzos por el folclore popular de su país, el malevo, el orillero, el cafisho… Estos cuentos (diez, en total) están fuertemente conectados, y podrían haber sido considerados una novela. El titulado Fuego para Rivarola, comienza con una pirotecnia barroca: una frase inicial que consigue arrastrarse una página y media por el papel hasta alcanzar la orilla de un punto. Según la wikipedia, Saer renegó un tanto de su primer libro; pero considero que no están nada mal estos cuentos, donde se aprecia tanto la mano de los maestros: Borges, Faulkner, Onetti… En el último cuento de esta serie, los personajes salen al campo a compartir un asado: lo trivial y el paso del tiempo se dan la mano, y se comienzan a perfilar los grandes temas del autor. Pero es en la segunda parte del libro –Más al centro- donde Saer parece ya encontrarse con el que va a ser su verdadero mundo creativo, el de los jóvenes de este centro de la ciudad, Santa Fe (la ciudad) nunca es nombrada en las páginas de Saer y esto es así desde el comienzo: su mundo creativo será el de estos jóvenes que viven más cercanos al centro urbano (y más al centro de la escala social también) con sus aspiraciones literarias y sus conversaciones y miedos metafísicos  y existencialistas. En el primero de ellos –El asesino- aparece ya César Rey, uno de los habituales en el universo saeriano. En Tango del viudo, nos acercamos al momento en el que Gutiérrez abandona la ciudad. El mismo Gutiérrez del que ya leí en La grande, la novela póstuma e inacabada de Saer (publicada en 2008), que nos habla del regreso de este personaje a la ciudad después de una muy larga estancia en París.
Una de las mejores sensaciones que deja leer este libro de relatos ha sido la de ir completando los huecos del universo saeriano, ya que sus personajes se repiten insistentemente de uno de sus libros al siguiente, deambulando siempre por el territorio mítico-faulkneriano de la ciudad y sus alrededores.
El último relato de En la zonaAlgo se aproxima- con sus más de cincuenta páginas es casi una novela corta, y en él se perfila ya prácticamente la suma de las ideas narrativas de Saer: la mezcla de lo mundano con lo elevado, describiendo a varios personajes casi siempre en torno a una comida; diferencia de los puntos de vista, la percepción, descripción de los objetos y personajes que en gran medida se definen por sus palabras, y que suenen poseer un trasfondo (sobre todo al principio) existencialista. En la página 779 leemos: “¿La vida? ¿Sentido? ¡Muchacho! (…) Ninguno por supuesto”, así acaba esta narración y el primer libro.
Palo y hueso (1961) está formado tan sólo por cuatro narraciones. Comienza con Por la vuelta, un relato de casi sesenta páginas, que puede leerse como un complemento a la novela La vuelta completa (1966), ya que aparecen los mismos personajes (Tomatis, Pancho, Barra…) haciendo prácticamente las mismas cosas que en esa novela (comer, deambular por la ciudad, hablar de literatura…). Además esta narración está fuertemente conectada con En la zona, porque además de repetir personajes, estos están hablando de los sucesos narrados en Zona del puerto, con sus asesinatos entre marginales. En el cuento Palo y hueso se relata un hecho brutal, y formaría parte del segundo tipo de relatos que escribe Saer. Si el primero es el de las andanzas del grupo de jóvenes literarios y existencialistas (Tomatis, Rey, Barra, Pancho, Leto…), el segundo sería el de los personajes brutales marcados por el entorno, narraciones de corte más costumbrista y tremendista; escritos en un estilo sobrio no exento de belleza. En este contexto podríamos incluir El balcón, sobre una mujer que puede ser la que actuaba en el bar del puerto y que vieron Pancho, Barra y Tomatis en el primer relato de este libro. El libro finaliza con El taximetrista, que con sus setenta páginas es decididamente una novela corta. Una novela sobre personajes primordiales -que se incluiría en el segundo tipo de relatos de Saer señalados-, que se cruzan momentáneamente con los jóvenes que campan en el primer tipo de narraciones.
Esquina de febrero (1964-1965): son cuatro relatos que en principio –como nos cuenta Saer en el prólogo- estaban destinados a formar parte del libro Unidad de lugar (1966)- y que al final decidió descartarlos porque no le acababan de convencer. El titulado El camino de la costa se publicó en 1964 en la revista Zona y los otros tres son inéditos. Lo cierto es que son cuentos bastante buenos, y están escritos por un escritor que apenas sobrepasa los treinta años y el hecho de que los descarte de su libro nos hace pensar que estamos ante un exigente derrochador de talento.
Unidad de lugar (1966): Es, según la wikipedia, el primer libro de relatos verdaderamente maduro de Saer. Y es cierto que, aunque lo leído hasta ahora tenía un nivel alto, este libro da un paso al frente de la madurez estilística y la seguridad narrativa. Unidad de lugar está formado por seis relatos de entre 20-35 páginas. El primero –Sombras sobre vidrio esmerilado-, que trata sobre una mujer mayor que escribe poesía, me ha recordado a algunas de las páginas de Roberto Bolaño, quien estoy seguro de que tuvo que leer a Saer, aunque no haya ni un solo comentario sobre él en Entre paréntesis. El siguiente cuento, Paramnesia, sobre un episodio de la conquista española del Paraná, me ha recordado al acercamiento existencialista, con trasfondo de  novela de época, que ya llevaba a cabo Saer en El entenado. En el cuento Barro cocido la ciudad está siendo asolada por una sequía tremenda que hace que el entorno ominoso se convierta en un personaje más, y es uno de los mejores cuentos de este libro y puede que de toda la literatura hispanoamericana (y aquí dejo escrito esto). Me ha gustado este detalle de la sequía porque en otro cuento del libro La mayor lo que ocurre es lo contrario: una inundación que no parece remitir anega las tierras más cercanas al río. El último cuento –Fresco de mano- parece un capítulo de la primera parte de la novela Cicatrices, pues nos acerca al Ángel Leto que protagonizaba ésta.
La mayor (1969-1975) comienza con un cuento que según se apunta en la entrada de la wikipedia sobre Saer: “el relato que da título al volumen se encuentra entre lo más radical de su obra”. La mayor es un relato de unas treinta páginas que parece un largo poema sobre el perspectivismo de un personaje que mira su escritorio y poco más… la verdad es que no lo disfruté mucho; el arranque experimental con que está escrito me resulto excesivo. Sí que me gustó mucho el siguiente cuento –A medio borrar- que es el cuento en el que la ciudad sufre una inundación, justo los días previos al viaje a París de Pichón Garay, personaje que volverá a Argentina en la novela La pesquisa. Gracias a este cuento ato dos cabos que tenía suelto del universo de Saer: el primero sería saber que el Garay que protagoniza La ocasión es un hermano de la bisabuela de Pichón y Gato Garay, dos habituales de los libros de Saer, y segundo, que el Garay que es juez y que es uno de los personajes de Cicatrices es primo de estos Garay. Después de estos dos cuentos extensos, se sitúa Argumentos (1969-1975) que está compuesto por microrrelatos o fragmentos de pensamientos de personajes de la ciudad, y que de nuevo me ha recordado poderosamente a Bolaño, más concretamente a lo forma que tiene éste de componer en la novela expresionista-surrealista Amberes. Argumentos tiene páginas muy logradas.
Lugar (2000) es el último libro de cuentos de Saer, y aunque en él vuelven a aparecer sus personajes clásicos (Tomatis, Pichón Garay…) se produce una novedad respecto al conjunto de su obra: Saer abandona su enclave habitual –la ciudad (Santa Fe) y sus alrededores, o bien a los personajes que viven por ejemplo en París, pero cuyos recuerdos pertenecen a la ciudad, como Pichón en París- y crea historias de composición más sencilla con personajes de cualquier parte situados en cualquier época o lugar: Viena, Egipto… Sin embargo, es posible que lo mejor de Lugar sea la existencia de dos relatos que en cierto modo continúan, o completan, a lo narrado en la novela La pesquisa: En línea narra la conversación telefónica entre Tomatis (en la ciudad) y Pichón (en París) sobre un nuevo documento encontrado en la casa de Washington Noriega que da continuidad a la novela encontrada en La pesquisa: Las tiendas griegas. Y el cuento Recepción en Baker Street comienza justo donde se acababa La pesquisa. Los personajes que despedíamos en este libro se encuentra en la estación de autobuses con Nula (uno de los protagonistas de la novela La grande).
Lo cierto es que no he leído estos Cuentos completos de un tirón; entre algunos de sus libros he leído las tres últimas novelas comentadas en el blog, pero lo que sí que tengo claro es que este volumen es una de las obras capitales de la literatura en español de las últimas décadas. Aunque también he de decir que para disfrutar totalmente de estos cuentos es recomendable haberse acercado a la obra novelística de Saer, ya que estos cuentos van a completar en gran medida el mundo que el lector de sus novelas ya conocía. Si alguien tiene oportunidad de acercarse a algún libro de cuentos en concreto de Saer le recomendaría que empezase por Unidad de lugar (para este libro no hace falta además haber leído las novelas).
Y como ya he escrito aquí otras veces, voy a repetirlo de nuevo: es sorprendente que ahora mismo en España no se pueda encontrar con facilidad toda la obra de Juan José Saer, uno de los más destacados autores en español de las últimas décadas, alguien destinado a ser un clásico de nuestra lengua.

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