Tener en tus manos un libro de Satori Ediciones es una delicia. Pertenece a esa corriente que, frente al libro electrónico, prefiere los libros de toda la vida, sobre todo si traen ilustraciones. Esto da como resultado unos ejemplares preciosos, a los que gusta regresar una y otra vez.
Cuentos de hadas japoneses demuestra una constante: que pese a la distancia y las diferencias culturales, existe un sustrato mítico común a toda la humanidad. Hay hadas en Noruega, en Irlanda y en Japón. Puede que cambie el nombre o las características, pero los niños de países y generaciones distintas han crecido escuchando sus historias.
Y esto lo sabe muy bien la autora, Grace James, ya que su origen es inglés, pero vivió varios años en Japón. Al regresar, se dedicó a estudiar el folklore japonés que es uno de los más ricos del mundo.
Estos cuentos resuenan en nuestros oídos desde la noche de los tiempos, cuando los padres se los contaban a sus hijos frente al calor de la lumbre. Esos hijos, a su vez, se los contaron a los suyos, y estos a los suyos, creando una cadena que llega hasta nuestros días. Los cuentos de hadas cumplían entonces la función de enseñar y también de advertir de peligros (no vayas solo al bosque pues te puedes encontrar algo desagradable). Pero también creaban un mundo maravilloso para aquel que los escuchaba.
Para mostrarnos todo este mundo de riqueza y sabiduría en todo su esplendor, el libro está ilustrado con las acuarelas de Warwick Goble, pintor especializado en culturas exóticas y mundos fantásticos. Nadie mejor que él para ilustrar este volumen, que contiene lo mejor de los dos mundos.
Nos asombraremos, reiremos y temeremos a los seres que salen en este libro, criaturas arquetípicas con las que convivimos desde el principio de los tiempos y que tal vez estén más cerca de nosotros de lo que pensamos. Después de todo, su influencia se sigue viendo en el cine, la literatura o los videojuegos.
Si creéis en las hadas (japonesas) aplaudid