Ochentas entradas ya. Y parece que fue ayer...
Como ya sabéis quienes me honráis con vuestra visita frecuente, publiqué una primera parte, (compuesta de cuatro capítulos de cuarenta páginas de extensión en total, que está disponible para su descarga libre y gratuita) y que en estos momentos estoy escribiendo una segunda (de la que he publicado el primer capítulo como adelanto) que anticipé estaría publicada antes de finales de este año 2013.Pues bien, el caso es que estoy de vacaciones, y esto, que en apariencia no tiene relación con el tema del que hablábamos, va a permitir que el libro esté terminado mucho antes de lo previsto. Me explico:
La obra en su conjunto está terminada hace tiempo, en mi cabeza y en mis anotaciones. Falta sentarse y teclear para que tome cuerpo y se convierta en palabras, para que esa vida que ya tiene cobre forma y pueda ser leída. Como no soy escritor y no me considero tal, no tengo un método de trabajo, y escribir me resulta muy fatigoso, es difícil, es muy exigente, es duro y me agota (Creo que lo ilustra a la perfección esta frase de Roberto Bolaño: "Escribir no es normal. Lo normal es leer y lo placentero es leer; incluso lo elegante es leer. Escribir es un ejercicio de masoquismo; leer a veces puede ser un ejercicio de sadismo, pero generalmente es una ocupación interesantísima"). Pero en estas vacaciones me encuentro particularmente animado y motivado para "darle a la tecla", y el texto final está avanzando a muy buen ritmo.
Por lo cual, me enorgullezco de anunciar que, si todo sale como debe y nada lo impide, la segunda parte de "Cuentos de San Andrés", (que constará de ocho capítulos y unas sesenta páginas, según mis cálculos) se publicará el 30 de Noviembre, que es, quién lo iba a decir, el día de San Andrés :)
Por diferentes razones que a continuación os expondré, he decidido que la publicación se hará en un solo volumen, que unirá las dos partes. Irán diferenciadas (Primera y Segunda Parte) pero conformarán un único libro. Ahora os explico los motivos que me me llevaron a tomar la decisión:
- El primero: La Portada.
Me gusta. Me encanta. Y me consta, por los comentarios que me habéis transmitido, que en general está gustando mucho. Es una imagen de dominio público, sin derechos de autor, y me considero muy afortunado de haberla encontrado. Creo que es muy ilustrativa del tono general de "Cuentos..." y que guarda estrecha relación con el tema y la ambientación de la obra. Para mí, el binomio portada-contenido es algo muy importante (si os leéis mis IMM habréis notado ya que siempre guardo alguna puya para las portadas random de la ed. Debolsillo), y la de "Cuentos..." simplemente fue una de esas casualidades que se presentan tan de cuando en vez.
Lo que terminó de convencerme fue verla proyectada en "formato papel", en las reseñas (de las que hablaremos después):
Es que vista así, ya me imagino el libro y se me cae la baba
A modo de curiosidad, os enseñaré la fotografía completa:
Lo siento por el señor de la boina, pero lo bueno estaba al otro lado...
Que no está tomada en Iberoamérica, sino en el sur de Francia, como muestra el atuendo del hombre (a buen seguro propietario del burro), sobre todo la típica boina, y que se quedó fuera de la versión final.Sin embargo, la portada elegida para la segunda parte, si bien es una foto que me pareció preciosa y muy inspiradora, me gusta menos. Fue lo que podríamos llamar una decisión "de contingencia". Por otra parte, mi amigo Gabriel, que con infinita paciencia se lee los borradores, me los comenta, me hace sugerencias, me apunta fallos, aciertos y cosas que se pueden mejorar, incongruencias, inconsistencias y fallos de continuidad (lo cual lo convierte de facto en Editor y "lápiz rojo" de KindleGarten Ediciones), licenciado en historia del arte y perito tasador, me advirtió de algo que para mí era totalmente arcano: las sillas Windsor que aparecen en la imagen no se adecuarían a una historia ambientada en Iberoamérica y en esa época, pues, además de su origen británico, son características y típicas de los Estados Unidos. De hecho y sin ser consciente de ello, acertó de pleno, pues la imagen pertenece al Texas State Archives, y también es de dominio público. Veámosla:
Es una fortuna y una bendición tener amigos que saben de cosas.
Percíbanse las citadas sillas Windsor.
- La segunda: La Extensión.
La primera parte tiene 40 páginas. 13734 palabras. La segunda rondará las 60. Si hablásemos de una hipotética edición en papel de bolsillo, con un tamaño de 20x14, o 21x15, el equivalente a 100 páginas en A4 ya supondría un cierto grosor, al menos 0,6-0,7 cm., con lo cual ya tendría lomo para poder poner el título y que se vea en una estantería. Siendo una novela corta, breve, creo que no tiene sentido publicarla en dos volúmenes tan pequeñitos.
- La tercera: La Comodidad del lector.
Creo que es más cómodo y más práctico para los posibles lectores descargarse un único archivo, y no dos, y tener un único archivo en su lector electrónico. Cuando se publique la segunda parte, el archivo disponible será por tanto un único fichero, y como tal estará también disponible en GoodReads.
- La cuarta: La Licencia.
Cuando publiqué la primera parte, usé una licencia "Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported", o lo que es lo mismo, que no permite modificaciones en la obra, ni crear obra derivada. No es que me considere un genio, ni que haya creado una joya inmortal, ni que "Cuentos..." sea una obra seminal, pero sí que me gustaría darla a todos vosotros. Es decir, quiero que su historia y sus personajes sean de todos, que cualquier pueda usarlos para sus propias creaciones, si los considera inspiradores. Así que el nuevo volumen va a tener una licencia "Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported", lo que significa que, mientras sea sin uso comercial y reconociendo la autoría original, se puede crear cualquier obra derivada de "Cuentos...". No sólo fanfics (ejem, que más quisiera yo...), sino montaje teatral, audiolibro, radioteatro, cortometraje, fotonovela, cómic... lo que sea. Mi sueño es que "Cuentos..." fuese una película, hasta tengo algunas ideas claras para el casting. Un hombre puede soñar...
La licencia va a quedar tal que así
- La quinta: El número 12.
Si sumamos las dos partes, tenemos doce capítulos, número que me gusta por una cuestión que puede parecer baladí, pero para mí tiene significación: doce eran los apóstoles, y San Andrés fue el primero de ellos en ser llamado por Jesús. Es además (junto a su hermano San Pedro y, por supuesto, a la Virgen del Carmen) uno de los patrones de los pescadores, y la Pesca es uno de los principales sectores económicos de Galicia, donde tiene además un hermoso santuario con una no menos hermosa leyenda detrás: San Andrés de Teixido ("a onde vai de morto o que non vai de vivo"), ubicado en los acantilados más altos de Europa. Teniendo la religión católica tanto peso en la obra, me parece una razón más para sumar las dos partes en una única entrega.
"San Andrés" de José de Ribera. Museo del Prado (Madrid)
- La sexta y última: Revisión de la Primera Parte.Revisando la primera parte, me he encontrado con algunas faltas de ortografía sonrojantes. Y claro, quiero corregirlas. No tocaré el texto ("carta en la mesa, presa") pero sí quiero corregir esos errores ortográficos y alguna errata que encontré también.
Y ahora hablemos de las Reseñas. Tres grandes autores, cada uno en su estilo y en su género, me han hecho el honor y me han proporcionado el inestimable placer de ver mi obra reseñada. Si le sumamos que son reseñas halagüeñas, estoy como un ratón encima de un queso. Os dejo los enlaces:
Melisa S. Ramonda, autora de "Rasguños en la puerta" y del relato "Pequeñas maravillas" en la antología "Luminous", en la sección de su blog dedicada a los autores autopublicados, que me sorprendió con alegría por destacar la figura de Don Diosdado, que no tenía previsto tuviese tanto éxito.
Anduriña Santiso, autora de "Mundos paralelos Vidas cruzadas", colaborando en el blog "Mi rincón de los libros", con la que reflexioné sobre la relación entre Don Diosdado y Américo a través de Altagracia.
Y Joshua BedwyR, autor de "En un mundo azul oscuro", en su blog personal, quien, entroncando mi humilde obrita con los inmortales Wenceslao Fernández Flórez y Giovaninno Guareschi, me provocó una serendipia, al descubrirme a mí mismo que, sin ser consciente, estaba emulando la narrativa del primero, y escribiendo también "momentos Guareschi".
Viniendo de escritores de demostrado talento, me han proporcionado ímpetu y energías renovadas para seguir esforzándome en escribir y, poquito a poco, ganarme el derecho a denominarme escritor (ahora mismo soy como el pesado que toca el violín en la calle y sólo se sabe la melodía de "El Padrino")
Y para terminar por ahora, y ya que no voy a publicar más adelantos, por estar tan cercana la fecha de la publicación definitiva, me gustaría dejaros unos cuantos fragmentos sueltos, simples párrafos fuera de contexto, para anticipar retazos de la trama que va a tener esta segunda parte:
"Vistiendo sencillo traje gris de tres piezas, chalina de seda, con quevedos de fina montura y sin la banda tricolor cruzándole el pecho, el prócer atendía arcanos asuntos de Estado sentado ante su escritorio. El abierto ventanal franqueaba el paso a la brisa, que por igual refrescaba la empalagosa atmósfera del gabinete como transportaba el salado aroma del mar y los cantos de las aves.""- Tenía yo sus años, mi amigo, cuando salí por vez primera de La Española, que hasta entonces otra cosa no conocía. Me iba la vida bien allá, pues con mi hermano como socio, tengo un estudio de fotografía al que no le falta tarea. Casamientos, comuniones, fiestas y actos de sociedad, bailes, orlas universitarias, hasta retratos de difuntos hacemos. El se casó y yo me quedé soltero. Trece veranos debe tener ahora el mayor de mis sobrinos, y parece se interesa por el oficio. Buena cosa esa."
"Se alineaban las casitas de la colonia a los márgenes de calles terrosas, que de mano de las abundantes lluvias, con frecuencia se tornaban lodazal, del que las casas parecían huir recostándose unas en otras e inclinando sus fachadas ya hacia atrás, ya hacia el costado. Los colonos terminaron por apreciar la lluvia, que si bien de puro copiosa no pocas veces les impedía la labor y les encerraba bajo techo, espantaba al menos a los mosquitos, verdadero suplicio en forma de diminutos alfileres que se cebaban en hombres y bestias por igual sin sentirse nunca saciados, y que por veces se sindicaban en nubes tan grandes y espesas que emitían un zumbido sordo e incesante."
"Cuando el fotógrafo entró en el desvencijado cuartel, dos soldados jugaban naipes en una mesita, mientras el cabo, tocado con una barba de días que ilustraba la relajada disciplina de la unidad, leía la prensa reclinado en su silla y con las piernas cruzadas sobre el escritorio. El silencio era palpable y pesado. El único sonido perceptible procedía del fondo del corredor que llevaba a la celda, donde el Zopilote garrapateaba incansable."
O Flower of Scotland / When will we see / Your like again, / That fought and died for,...
Y esto es todo por ahora. Espero cumplir lo prometido y que el día de San Andrés tengáis disponible el volumen final. Gracias a todos. ¡Nos leemos!