Revista Cultura y Ocio

"Cuernos" de Joe Hill (2010)

Publicado el 05 diciembre 2013 por Tomas
Hola todos. Bienvenidos una vez más a KindleGarten. Hoy veremos un libro que llevaba esperando su turno en mi estantería desde marzo y que finalmente me decidí a leer, con resultados que sin ser apoteósicos, fueron más que satisfactorios. En su día conocí al autor a través de El cubil del cíclope, (sólo lo conocía de nombre y ni se ocurría que fuese el hijo de Stephen King) y como conté en su día en el primer IMM del blog, me compré dos de sus libros (faltaba "El traje del muerto", cachis) a un precio de los de no dejar pasar. Hoy toca volver a hablar de él, porque si últimamente hemos visto dos libros del rey del terror, hoy tocaremos uno del príncipe heredero. Recuperamos así al único ganador (hasta el momento) del prestigioso premio KindleGarten's Coffee and Books Award al libro más sorprendente. Vamos con la reseña:
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Título: Cuernos (Horns)
Autor: Joe Hill, príncipe del terror, escritor y guionista de cómics, de quien ya hablamos en la reseña de su "Fantasmas", cuando yo estaba aún muy cohibido y hablaba en plural. 
Lo leemos...: En papel, 457 páginas con portada blanda reforzada y con cubiertas, de Ed. Suma de Letras. Comprado en marzo del 2013 en una gran superficie que no nombraré porque no me paga publicidad. 
Sinopsis: La vida de Ignatius Perrish ha sido un infierno desde que Merrin, su novia, fue violada y asesinada. Tras una enorme borrachera, se despertará con un par de cuernos en su frente. Pronto descubrirá que la gente le confiesa sus secretos más ocultos y oscuros. Quizá pueda valerse de su nuevo poder para demostrar su inocencia de un crimen que todos le imputan,  o tal vez esto le traiga aún más problemas...
¿Cómo lo podemos definir?: Como una historia de género fantástico en su vertiente más oscura, con una trama que combina misterio, intriga y elementos de la novela policíaca y de la literatura de terror, y que está marcada por un humor ácido y muy mordaz. 
¿Qué podemos destacar de él?: La ocurrente y retorcida idea central de la obra, la cuidada ambientación, el sentido del humor que impregna todo el texto, los personajes detallados y complejos y su forma de entregar los detalles de la historia de forma paulatina, cambiando nuestro punto de vista continuamente. 
Y es que partimos de una idea disparatada, fantástica, fruto de un sentido de una imaginación cruel y retorcida. Ignatius "Ig" Perrish se despierta una mañana, tras una borrachera monumental durante la que hizo cosas horribles, y descubre que le han nacido cuernos en la frente. No cuernos figurados, metafóricos (que también) sino dos astas de hueso puntiagudas y "largas como un dedo anular". Pero lo peor no es tener cuernos de diablo, sino que a la gente no parece importarle, y se confiesa con él de sus pensamientos y sus secretos más íntimos y comprometedores. Así, Ig comenzará un recorrido en el que descubrirá que TODOS le consideran autor de la truculenta muerte de su novia, y que nadie en su pequeño pueblo de Nueva Inglaterra le guarda especial aprecio ni buenos deseos. 
De esta manera, Joe Hill arma una historia de corte fantástico pero que puede verse en cierta manera como una novela de misterio o incluso policíaca: Ig enfrentará a las personas de su entorno (familia, amigos, su no-novia, vecinos y hasta a su párroco) obteniendo información de ellos, en forma de confesiones a cada cual más sórdida y, al menos para mí, hilarante. Pues la sinceridad total que provocan los cuernos de Ig harán aflorar lo peor de los diferentes interlocutores, que sin la acción del superyó freudiano exteriorizan lo peor que esconden en su mente. 
El escenario de "Cuernos" nos recordará al momento a los de papá King: Una pequeña localidad de Nueva Inglaterra llamada Gideon, próxima a Derry por lo que nos indican, donde no faltan los lugares que nos recuerdan a aquella, tanto una fundición abandonada como la colina y el río que la rodean, tan parecidos a los Barrens donde transcurrían las aventuras del Club de los Perdedores. 

La narración, en tercera persona, alterna el momento presente con diversas retrospectivas, tanto a la infancia y adolescencia de Ig, como a momentos más cercanos en el pasado y a situaciones en las que él no estaba presente, pero sí otros personajes implicados en la trama. Mediante esta forma de narrar, Hill nos va entregando la información a trocitos, de manera paulatina como ya dijimos, provocando un efecto curioso: Nuestra percepción y nuestra idea de los diversos protagonistas van cambiado a medida que vamos conociendo las circunstancias que los llevaron a tomar decisiones y a actuar como actúan. En este aspecto, el libro nos sorprenderá en ocasiones con giros inesperados. 
Los diversos personajes, tanto protagonistas como secundarios, están muy matizados y desarrollados con mimo. Además del propio Ig, una persona derrotada y deprimida que vive en un continuo impasse desde la muerte de Merrin, su novia de toda la vida, de la que estaba perdidamente enamorado, están su amigo Lee Thorneau, indolente y con un ramalazo psicótico considerable; Glenna su "novia", o mejor dicho "no-novia", con la que convive pero por la que no siente nada; Terry, su famoso y bienintencionado hermano, y toda una cohorte de secundarios a cada cual más pintoresco y delirante, una vez conocidas sus interioridades. 
Pero aún así, "Cuernos" tiene una peculiaridad, algo que a mi juicio lo apea del sobresaliente. No conseguí empatizar con los personajes, aún con toda su humanidad no logran transmitir simpatía, ni que nos identifiquemos con ellos. En especial Ig despierta lástima, compasión, pero siempre tuve la sensación de que no aprovecha al máximo la ventaja que le otorga su recién adquirido poder, y que en realidad no hace (ni hizo en el año transcurrido desde entonces) todo lo necesario para lavar su nombre y demostrar que no mató a Merrin, casi como si se hubiese rendido y la cuestión ya le fuese indiferente. Probablemente fuese la intención del autor, crear un antihéroe, un perdedor existencialista que no provoque empatía en el lector, aunque a mí me hubiese gustado un héroe más al uso. Cuestión de gustos. 

Lo que no se le puede negar a Joe Hill es un talento narrativo envidiable. Domina a la perfección todos los recursos, y la influencia de papá King se nota en una de sus mejores armas: Una frases impactantes, lapidarias, que destilan ironía y que te quedan grabadas. Se agradece, pues animan mucho el texto, ya que la narración por momentos se ralentiza y pierde algo de fuelle, en especial en las partes retrospectivas, que pese a todo son imprescindibles para entender la historia, aunque Hill, siguiendo la estela de papá una vez más, gusta también de recrearse en pequeños detalles costumbristas. Pese a esta irregularidad en el tempo narrativo, el libro tiene 450 páginas, con lo cual no llega a hacerse pesado. 
Eso sí, debo señalar que "Cuernos" tiene, a mi parecer, uno de los mejores arranques que he leído últimamente, y los primeros párrafos son una lección de cómo crear interés en el lector, con frases para enmarcar.
A nivel personal, me ha sorprendido y agradado la notable presencia del catolicismo en la novela, siendo católicos tanto el protagonista y su familia como Merrin y la suya. Me ha gustado porque no suele ser habitual en los relatos estadounidenses, aunque tiene sentido en cuanto a que el diablo es una figura eminentemente católica (algunos credos protestantes niegan su existencia). Esto permite también al autor reflexionar sobre la figura del demonio, haciendo notar que muchas religiones lo consideran un ente benefactor de la humanidad. 

El citado dominio narrativo de Hill es extensible a las descripciones, que son amplias e inspiradas, tanto las de lugares como las de personas, ayudando a introducirnos en la narración, y haciéndonos ver el ambiente sórdido y áspero que le imprime a la historia. 
"Cuernos" es considerada por muchos críticos la obra maestra de Joe Hill. Yo, por mi parte y a falta de leerme "El traje del muerto" opino que es una lectura muy entretenida, amena, adictiva y divertidísima por el fuerte humor negro y la mala leche que contiene, aunque echo de menos el tono evocador, mágico, de ensoñación, que tanto disfruté en "Fantasmas". Está presente también en momentos puntuales, en especial en las retrospectivas protagonizadas por unos jóvenes Ig y Merrin enamorados sin remisión, pero creo que "Cuernos" se queda un pasito por debajo de la nota máxima. En notas escolares (ya sabéis que no puntúo las reseñas) sería un Notable. 
Por último, resalta el valor de Joe Hill como creador de "momentos" memorables, tanto las citadas escenas evocadoras como en especial lo que para mí es más significativo de este libro: las diferentes entrevistas de Ig con los interlocutores sincerándose con él. Alcanza niveles de acidez y corrosión que a mí me arrancaron más de una carcajada por la mala baba que se gasta el autor. 
¿Hemos subrayado algún párrafo?: Sí, pero para no desvelar demasiado, tomaremos el propio arranque del libro:
"Ignatius Martin Perrish pasó la noche borracho y haciendo cosas terribles. A la mañana siguiente se despertó con dolor de cabeza, se llevó las manos a las sienes y palpó algo extraño: dos protuberancias huesudas y de punta afilada. Se encontraba tan mal —débil y con los ojos llorosos— que al principio no le dio mayor importancia, tenía demasiada resaca como para pensar en ello o preocuparse.Pero mientras se tambaleaba junto al retrete se miró al espejo situado sobre el lavabo y vio que por la noche le habían salido cuernos. Dio un respingo, sorprendido, y, por segunda vez en doce horas, se meó en los pies."
Y un diálogo entre Ig y el doctor al que acude para que examine sus nuevos cuernos:
"[...]—¿Está usted seguro de que no debería meterme una raya de oxi? —preguntó el médico. De repente el rostro se le iluminó—. Podríamos compartirla. Colocarnos juntos.Ig negó con la cabeza.—Por favor, escúcheme.—El doctor hizo una mueca de desagrado, pero asintió—. ¿Por qué no llama a otros médicos? ¿Por qué no se toma esto más en serio?—Si le soy sincero —contestó el doctor—, resulta un poco difícil concentrarse en su problema. No dejo de pensar en las pastillas que llevo en el maletín y en esa amiga de mi hija, Nancy Hughes. Dios mío, quiero tirármela. Pero cuando pienso en ello me pongo un poco enfermo. Todavía lleva un aparato dental.—Por favor —insistió Ig—. Le estoy pidiendo su opinión médica, su ayuda. ¿Qué puedo hacer?—Putos pacientes —dijo el médico—. Sólo les importan sus propios problemas."
¿Más datos de interés?: A estas alturas ya debería haberse estrenado la adaptación cinematográfica dirigida por el francés Alexandre Aja, pero la fecha del estreno se ha retrasado a la primavera del 2014 en Estados Unidos. La buena noticia es que Ig estará interpretado por Daniel Radcliffe, y la buenísima es lo iba a hacer Shia LaBeouf pero se le descartó. En vez de los cuernos rectos y puntiagudos, lisos y apuntados hacia el frente que se describen en el libro, en la película han optado por unos cuernos curvos y rugosos de sátiro. Aquí tenéis más fotografías, y aquí y aquí más información sobre la peli que está al caer. Ya tiene ficha en IMDB, supongo que el rating será en base a proyecciones en festivales y cosas así. El propio Joe Hill fue productor ejecutivo, con lo que presupongo bastante fidelidad a la novela. 

En el blog "Constant Motions" podéis leer una reseña que me ha gustado porque sintetiza a la perfección "Cuernos" con una opinión con la que concuerdo en muchos aspectos. 
Y así, por no extenderme ad infinitum, llegamos al final de otra reseña más. Si me pedís consejo, yo os recomiendo este libro, merece la pena, os divertirá, os hará reir y os ofrecerá misterio, suspense  y una oscura y deliciosa muestra de género fantástico. Pero si no habés leido nada de Joe Hill también os recomendaría empezar mejor por su extraordinario y mayúsculo "Fantasmas". Nos leemos!

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