Representación de los tres cuerpos.
Desde la GFB defendemos la idea de que el ser humano esta compuesto por tres cuerpos, el físico, el mental y el astral o espiritual, sostenemos que el cuerpo no es el hombre verdadero y que considerarlo como tal equivale a confundir la parte por el todo. Defendemos que el ser humano es una semilla de poder, sabiduría y bondad, encerrada en la cáscara del cuerpo, en espera de fructificar.
El cuerpo físico no es más que el motor de los otros dos cuerpos restantes, la maquina que nos permite la existencia en los planos físicos y tangibles de existencia. El cuerpo es un animal a tu servicio, tú vehiculo, tu herramienta, soporte vital de tu cuerpo mental y de tu cuerpo astral.
El cuerpo mental, están constituido por la parte intangible del cuerpo físico que provoca nuestros pensamientos concretos pensamientos que penetran en los cuerpos astral y físico y trasciende de ellos.
Al ser una parte cognoscible del cuerpo físico tendemos a pensar que esta íntimamente ligado con el, pero meditemos, rara vez hay emoción sin pensamiento, o pensamiento sin emoción, por lo que en realidad el cuerpo mental es parte oscilante entre los cuerpos físicos y astrales, es el cuerpo gestor de la interacción de nuestros planos.
Tu cuerpo mental tiende a funcionar autónomamente a considerarse el centro de la persona, nos fuerza a pensar mucho en nosotros mismos y a darle valor primordial a nuestros pensamientos y a las necesidades de nuestro cuerpo físico convirtiéndonos en una embebida de los intereses mundanos.
El cuerpo astral es el mas controvertido, llamémosle alma, cuerpo espiritual o cualesquier forma de expresión que las diversas corrientes de pensamiento lo han denominado, es el verdadero ser humano, es el “ego”, “el yo”, nuestra esencia, la parte de nosotros que es inmutable, el centro de gravedad permanente que nos hace lo que somos, raíz de las emociones superiores y ennoblecedoras que en cierto sentido son reflejos de principios superiores del ser humano.
El cuerpo astral esta en vibración constante y con apariencia sutil radiante y luminosa; he ahí el nombre de' "astral’, o semejante a una estrella.
Funciona de modo permanente, continúa funcionando en el cuerpo físico y controla el cuerpo mental, es por ello que sus experiencias llegan a veces hasta el cerebro en forma de sueños, recuerdos y otras impresiones.
Las líneas de fuerza del cuerpo astral se adaptan como un fluido en un molde al cuerpo tangible, siguiendo los contornos del cuerpo físico su coloración y luminosidad dependen de la vibración de la persona, y esta depende no solo de sus facultades innatas si no de su desarrollo espiritual y cultural siendo espectacularmente bello en personas elevadas espiritualmente y cuando la persona es egoísta, codiciosa o con virtudes poco edificantes este cuerpo astral tiene a enturbiarse, tanto es así, que en la iconografía popular y en el lenguaje usamos el concepto “oscuro” y “turbio” al percibir inconscientemente estas tonalidades en el cuerpo astral de personas poco aconsejables.