P(u)ateando la vida. Otro blog de Golcar
Ignora que, cuando ya no hay luz, tanto su sombra como él, desaparecen.
Ante la lápida no vemos más que una imagen
No hay cuerpo ni hay sombra.
Apenas un nombre queda.
La oscuridad engulle sin compasión
Al hombre y a su sombra.
Sólo la luz nos da el ser
Como la palabra
Ha de haber luz sobre nosotros
para existir
Como tienen que nombrarse las cosas
para que sean.
¡Pobre del que se cree menos que su nombre
Y más que su sombra!
Olvida que es, porque lo nombran
y que en la oscuridad de la tumba
cuerpo y sombra se desvanecen.
El tiempo borra el nombre de la lápida
Pocos nombres merecen ser recordados,
cuando la oscuridad ha devorado
al cuerpo y a la sombra.
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