El cuerpo es un todo, todo está relacionado. Una lesión o una simple molestia en el pie, puede repercutir en la rodilla, en la cadera y, como consecuencia, en la columna vertebral (el raquis). A modo de ejemplo, una descompensación en la cara interior del cuádriceps (vasto interno) que produce molestias en la rodilla, podría corregirse con ejercicios de fortalecimiento pero ¿qué pasa una vez que se deja de realizar el ejercicio de fortalecimiento? Si las molestias aparecen de nuevo, habría que investigar la causa que provoca la descompensación, la cual podría estar en la forma de pisar, en un desequilibrio a nivel de la cadera, o incluso a nivel cervical, lo que nos pondría sobre aviso de las causas del casi seguro dolor de espalda asociado.
Los malos hábitos posturales provocados por las circunstancias laborales, sobre todo en aquellos que suponen estar horas y horas sentados ante un ordenador, son los causantes de la mayoría de los males que inciden sobre la columna y, como consecuencia, sobre otras articulaciones como cuello, rodillas, tobillos.
Por lo general se suele creer que la columna vertebral sufre menos estando sentado, pero, en contra de lo que se pudiera pensar, la presión interdiscal es muy superior en posición sedente, frente a la posición de pie. Una postura incorrecta o una deficiente resistencia muscular provocan cansancio y por ello buscamos alivio sentándonos, lo que nos lleva a la idea de que estar sentado es más beneficioso que estar de pie.
En materia de ejercicio es importante darse cuenta de que no todo se resuelve fortaleciendo la musculatura, es necesario ejercitar la corrección postural, la flexibilidad, el equilibrio…Unido al todo que es el cuerpo humano está el todo que debe ser el cuidado del mismo.
El ejercicio es la base de ese cuidado, pero debe ir acompañado por una buena técnica, un peso adecuado, un objetivo alcanzable y ajustado a las características de la persona que lo realiza, una intensidad suficiente para producir una buena respuesta adaptativa, cuestiones todas ellas que, en la mayoría de los casos, precisa de la presencia de un profesional que guíe la ejecución.
Si conseguimos llevar a cabo una buena práctica del ejercicio combinando los distintos aspectos que le rodean, podremos luego transferir ese aprendizaje a la vida diaria. No es frecuente ver que ejercicio y actividad diaria corren por vías paralelas, de manera que nunca llegan a conformar el todo al que se refiere el título de esta entrada.
Al igual que el entrenamiento en la práctica de cualquier deporte está destinado al rendimiento en competición, desde Rincón del Músculo entendemos que el ejercicio y más el orientado a la salud, debe servir para tener una vida más activa y para prevenir tanto lesiones, como enfermedades.
En definitiva, el mantenimiento del cuerpo en buen estado de salud y la realización de ejercicio deben ir unidos de forma indisoluble.