Cuestión de justicia: Cuando la justicia es injusta

Por Ricardo Marín

1986, Alabama. Una joven blanca de 18 años es hallada muerta en una tintorería. No hay pruebas, ni sospechosos. La presión que hay alrededor del caso es tan grande que en junio de 1987 un hombre negro llamado Walter McMillian es detenido por el sheriff local y llevado al corredor de la muerte antes del juicio. Con esta premisa, basada en una historia real, se nos presenta “Cuestión de justicia”, con Michael B. Jordan, Brie Larson y Jamie Foxx en los papeles protagonistas.

Cuestión de justicia: Cuando la justicia es injusta

Basada en los hechos reales acontecidos entre 1986 y 1993, la película nos muestra como los prejuicios, el racismo y las ganas de cerrar el caso conllevan que un inocente acabe en la cárcel por un crimen que no cometió. Gracias a un abogado recién graduado y a su defensa, conseguirá que se haga justicia.

En los papeles protagonistas nos encontramos a Jamie Foxx como Walter McMillian, el acusado del crimen; a Michael B. Jordan como el abogado Bryan Stevenson y Brie Larson como Eva Ansley, colaboradora de Stevenson en el bufete. Rob Morgan, Tim Blake Nelson y O’Shea Jackson Jr. interpretan a presos que acompañan a Walter en la prisión.

Es una película que hace que el espectador lo pase mal, ya que transmite la impotencia de los protagonistas ante lo injusta que es la justicia. Sin embargo, es una película que conviene ver, pues a pesar de tratar un caso de hace casi 40 años, es un tema muy actual con la oleada de racismo y xenofobia que recorre Europa.

Walter McMillian, un leñador negro, vuelve a casa de trabajar cuando el sheriff local lo detiene sin darle ningún motivo. Más tarde se le acusa de haber matado a una joven blanca, y es llevado al corredor de la muerte antes de tener juicio. Un joven abogado recién licenciado en Harvard, Bryan Stevenson, se traslada a Alabama para ayudar a gente sin recursos o que han tenido malas defensas. Junto a Eva Ansley creará un bufete en el que intentará hacer justicia a Walter y a presos que, como él, han sido condenados injustamente.

Los personajes son Walter, el preso; Bryan, el abogado; Eva, la socia del bufete; y el sheriff y el fiscal, que están convencidos de la culpabilidad de Walter aún sin haber pruebas. Todos los personajes están muy bien representados: el sheriff es el avatar de los policías blancos de la época, que si veían a un negro ya lo condenaban, el fiscal solo quiere mantener el caso cerrado aunque el acusado sea inocente, y el joven abogado y su socia son firmes defensores de la ley y la justicia y lucharán para conseguirla.

A lo largo de la película vemos como a raíz de lo que viven, los personajes sufren una evolución a nivel personal. Esta evolución es muy lógica, pues toda la trama hace que lleguen a ese punto, sin olvidar de dónde vienen en ningún momento, pero haciendo ver al abogado protagonista que ya no está en un ambiente abierto de mente, sino que está en una zona racista en la que tiene que darlo todo para poder hacer justicia.

La banda sonora de Joel P. West es un fantástico complemento a la película, pues logra emocionar en todo momento, casando muy bien con las escenas. La fotografía de la película, a cargo de Brett Pawlak, es muy correcta, ofreciendo una diferencia notable entre la zona de donde viene Bryan, liberal, abierta de mentes y Alabama, donde es todo mucho más cerrado.

Como he recalcado previamente, es una película que hace pensar a los espectadores. Consigue removerles en sus asientos, hacerles sentir incómodos con la injusticia que se está llevando a cabo contra Water por el hecho de ser negro. Es una buena película, muy necesaria para que no cometamos los mismos errores del pasado.

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##check## Lo bueno

Su trío protagonista está perfecto.
El reparto de actores secundarios, especialmente Tim Blake Nelson.
La lección que nos da sobre humanidad y justicia.