Cuestión de respeto

Menos mal que tengo este blog para ganarme el respeto de mis supuestas amigas, las del padel.

A nivel deportivo no me tienen muy en cuenta, no nos vamos a engañar. Si alguna de vosotras -seguro que muchas- es también jugadora sabrá que las que tienen buen nivel nunca se dignan jugar con las que hacemos lo que podemos a excepción, claro está, de que te necesiten para poder cerrar un partido.

A estas “motis” -es lo que ahora dicen los niños para referirse a los chulitos de toda la vida- yo les digo: “arrieritos somos…” Pues, dada mi asombrosa e inexplicable progresión en todos los elementos del juego (posición, fuerza, control, estrategia, etc., etc.), dentro de nada voy a ser yo la que no va a querer jugar con ellas.

¡Ay! Pero cuando se trata de hablar de ropa para los niños… ¡Ahí sí que se acuerdan de mí!

Hoy, sin ir más lejos, en esas charlas breves que se producen cuando unas llegan y otras salen, se ha establecido una interesante conversación sobre comuniones. Es, después del padel, nuestro segundo tema favorito de conversación ya que unas tenemos hijos que van a hacer este año la Comunión y otras tienen niños que están invitados a una o varias.

Una de estas “jugadoras de nivel”, cuya hija irá en mayo a la Primera Comunión de una amiga, ha comentado que ella no va a mirar nada hasta que Neck&Neck cuelgue la colección de verano en la web pues a ella le gusta mucho la ropa de Neck.

Cuando lo ha dicho el corazón me ha palpitado y me han dado ganas de responderla: “pues yo la tengo en el ordenador, bonita, pero como no me llamas nunca para jugar, no te la voy a enseñar”. Pero luego me he dicho a mí misma: “seré mala jugadora pero soy buena persona”.

Y aquí está. He hecho una selección de algunos de los conjuntos que me parecen más apropiados para los invitados. Ya sabéis que muchas de las colecciones de la marca siempre nos permiten combinar a los niños desde el bebé hasta el de 14. Luego ya tenemos que buscarnos la vida.

A ver qué os parece. Yo creo que son propuestas “muy Neck” con las que es muy difícil meter la pata, la verdad.