Ahhh… La vida, la vida, la vida es tan sencilla, tan pura agradable y tan divina que resulta bastante difícil saber vivirla.
Hoy estoy divagando y yo sé que parezco un loco cuestionando y a la vez juzgando.
Parece que digo las cosas sin pensarlo, pero sin querer y esperarlo, los hechos me van haciendo daño:
Estando completamente solo, dentro de un cuarto obscuro, me asomo por la ventana y miro a toda esa gente paseando…
Unos con sus amigos, otros con sus mascotas, pero todos: sonriendo y platicando.
Y yo… Yo me siento como un alma solitaria en busca de compañía… luego pienso:
Mi sombra siempre me acompaña pero nunca dice nada, incluso ni puede verme. Yo sé que existe, pero ella no lo sabe.
y así otro día, como cualquier día, como cada minuto, las horas pasando y yo aquí como momia pensando… en lo infinito.
Luego pienso en volver y estar con toda esa gente amigable otra vez, pero… de nuevo miro por la ventana y ahora veo un país distinto: Despreocupado, limpio y seguro y yo… Yo no sé qué hacer, mi mente se divide en dos:
Una quiere regresar y la otra quiere conocer, una quiere recordar y la otra admirar. Una busca el consuelo y la otra el anhelo.
¿Que hacer… que hacer?
Supongo que haré caso a la segunda opción y dejar que la primera se sumerja en el corazón.
JO$E LUI$ M.B.