Revista Cultura y Ocio
Anabel Santiago (Buenos Aires, 1981) es una cantante asturiana. Comenzó a cantar tonada a los trece años. Fue nombrada "mejor voz asturiana" del Memorial Silvino Argüelles en las ediciones de 2003, 2004, 2005 y 2006.Ha publicado los álbumes: Tierra de sueños (SFA, 2001), Al son de la lluna (L´Aguañaz, 2003), Anabel Santiago canta a Diamantina (Males Pulgues/Galileo MC, 2005), Desnuda (Galileo MC, 2007), Agora (2010), Llances de papel (2015), y-andá (2019). Además de numerosas colaboraciones con músicos como Michael Lee Wolfe o Dixebra, siempre guiada por una inquietud musical que la lleva a romper todo tipo de fronteras estilísticas, como demuestra en su último trabajo y-andá.Desde 2019 es concejal del Ayuntamiento de Oviedo en representación de Somos.
-¿Cómo son tus días de confinamiento? ¿A qué dedicas todas las horas por delante del día?
Mis días de confinamiento me dan tiempo para todo. Por un lado, estoy teletrabajando y, por otro, me dedico a disfrutar de placeres que antes la falta de tiempo me impedía disfrutar como leer, escribir, componer nuevas canciones, cuidar del jardín y plantas, cocinar y, sobre todo, escuchar mucha música y ver series.
-¿Cómo es el lugar donde vives?
Por suerte, vivo rodeada de naturaleza en zona rural y muy tranquila. Me levanto con el sonido de los pájaros y, de noche, ¡hasta escucho cantar a un buho! Es un privilegio en tiempos de pandemia poder vivir en una casina con jardín. Te distrae y estás en contacto con la tierra y el aire puro. Creo que, a raíz de esto, vamos a comprender la importancia de volver a poblar esa España vaciada, sobre todo por la paz y el sosiego que aporta.
-¿Qué es lo que más has añorado hacer en estos días y lo que menos?
Echo mucho de menos el contacto con las personas, los abrazos, las risas, los besos... también extraño cantar a la gente, tras una pantalla no es lo mismo, y nunca estuve tanto tiempo sin poder tener esa comunicación social. ¡Y la sidra! La sidra en compañía en cualquier chigre de Asturies, eso sí que creo que ye un deseo generalizado.
Lo que echo menos en falta es la prisa del día a día, la vorágine que no te deja momentos para ti misma, y cómo eso te desgasta a todos los niveles.
-¿Crees que habrá un "antes" y un "después" tras este confinamiento?
A nivel económico y sociopolítico ya lo está siendo. Pero, aspiro a que el cambio real se dé entre las personas, que seamos más conscientes de por qué hemos llegado hasta aquí, qué errores no debemos volver a cometer, y cómo vamos a afrontar la vida después de este parón. Es tiempo para empezar a valorar nuestros bastiones como son la Sanidad Pública o los Servicios Sociales. Es tiempo de volver a humanizarnos, a recuperar la autogestión y la capacidad de reflexión.
-¿Qué será lo primero que harás cuando se acabe el confinamiento?
Organizar una parrillada con mi familia y amig@s. Y, después, saldremos a dinamizar de nuevo el sector hostelero y cultural. Primero, a los chigres y, después, a los conciertos y, cómo no, seguir cantando y dando conciertos yo también (tengo que quitarme el mono), ahora sí, siendo mucho más consciente de dar valor a todos y cada uno de los momentos vividos.
MANOLO D. ABAD