Revista Gente
Aunque puede parecer una autentica tontería, cuidar la piel en verano no es como el resto del año. En invierno la hidratación es más que fundamental, necesitamos cuidar el rostro, los codos y las piernas de la sequedad que produce el frió. Sin embargo, en verano la falta de agua en nuestra piel viene por el calor, la constante sudoración y la insoportable sensación de ahogo que sufre. A todo esto debemos añadirle el cloro, las largas horas bajo el sol, el aire de la playa o el frió de la refrigeración en la oficina.
Nuestra piel va a sufrir mucho y debemos tratar de evitarlo o al menos cuidarnos después de hacerle pasar tan malos momentos. Para ello es necesario seguir unas pautas, crear una rutina que nos permita lucir el mejor yo en todo momento. Y para ello debemos saber cómo utilizar los productos y cuáles son los mejores.
Empezar por una buena limpieza del rostro es fundamental. Y con limpieza no se habla de toallitas desmaquillantes o jabón, sino del desmaquillante y limpiador, el agua micelar y el tónico. Estos productos son los correctos e ideales para poder crear una buena base para la piel antes de aplicar cualquier tratamiento.
En verano, las cremas de siempre, pueden ser muy pesadas para nosotros, así que quizá sea mejor usar unas en textura gel, tanto en contorno como en hidratante del rostro, y lo mismo para el cuerpo. El sérum debe ser el de siempre, no hay forma de hacerlo más fresco. La mayoría de los contornos de ojos se pueden guardar en el frigorífico, para mejorar la circulación de esa zona, y al mismo tiempo para permitirnos un soplo de frescura.
Después de haber aplicado todo el tratamiento debemos usar la protección solar que nos ayudará a cuidarnos de los rayos del sol y del envejecimiento y las machas que una mala exposición puede provocarnos. Depende de cómo sea nuestra piel de sensible, de color o si tiene manchas, pecas o no, así deberemos aplicar una protección u otra. Siempre debemos de pensar que es mejor usar más que menos, y seguir las indicaciones en cuanto a la re-aplicación.
Puede que a muchas os desagrade la idea de la crema solar porque después os maquillaréis, con primer, base, etc. pero si os incomoda la sensación de pesadez dejad pasar de 3 a 5 minutos entre la hidratante, la crema protectora y el primer o base.
Lo ideal para acabar con esta rutina que nos ayude a mantener la piel jugosa y evitar el envejecimiento en todo lo que podamos es limpiarla antes de acostarnos, incluso si no has usado maquillaje ni colorete ni nada, y después de las cremas de noche utilizar aftersun. Lo mismo para el cuerpo, antes de ir a la cama, calmar la piel es lo mejor para permitirle descansar hasta el día siguiente.
Da igual que vayas a la playa, o te quedes en la ciudad, si te creas este método cuidado y lo sigues te resultará natural e imprescindible.
Ana Jurado Mata
Editora Invitada Julio
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