Los zapatos estrechos, los tacones y los kilos de más son culpables de que el 55% de los españoles sufra alguna lesión en los pies. Es hora de tomar medidas.
DEDO MARTILLO (calzado adecuado + plantillas)
¿Cómo reconocerlo?
Se trata de una deformidad que se caracteriza porque los extremos de los dedos de los pies están doblados hacia abajo. Aunque puede presentarse en cualquiera de los 5, suele presentarse con mayor asiduidad en el segundo (junto al pulgar). Es muy fácil de reconocer: el aspecto es del típico ‘dedo en garra’, característico de las mujeres que usan tacones altos, zapatos estrechos y números muy justos. Al mantener esa posición mucho tiempo, se acaban acortando los tendones y músculos y el pie adopta esa forma, aunque en ocasiones esta deformidad es congénita.
¿Cómo se trata?
En casos leves, el problema se soluciona usando el calzado adecuado, plantillas y dispositivos especiales para enderezar el dedo. Otra opción son los implantes: inyección en la zona afectada de materiales sintéticos de relleno que pueden ser de larga duración o permanentes, con el objetivo de descontracturar las tensiones musculares. En casos más graves suele ser necesario hacer una pequeña cirugía que actúa sobre los tendones y ligamentos para que el dedo vuelva a su posición normal.
FASCITIS PLANTAR (Analgésicos + antiinflamatorios)
¿Cómo reconocerla?
Es una inflamación de los tejidos blandos de la planta del pie (la fascia). El síntoma más habitual es dolor y rigidez, a veces también ardor, en la parte inferior del talón, en diferentes grados. Lo típico es tener estas molestias por las mañanas, después del reposo nocturno, al iniciar la marcha o al subir escaleras.
¿Cómo se trata?
El dolor y la inflamación, con analgésicos, antiinflamatorios y, a veces, con inyecciones de corticoides. También son efectivas las taloneras o almohadillas ortopédicas, las plantillas y las férulas nocturnas que estiran la fascia. En algunos casos hay que operar para liberar el tejido que está en tensión.
Más información sobre la fascistis plantar, una lesión muy común.ESPOLONES (Hielo + ondas de choque)
¿Cómo reconocerlo?
Son calcificaciones en el hueso calcáneo (talón), que se prolongan hacia el tendón de Aquiles o planta del pie. Producen un dolor de tipo ‘pinchazo’ en la parte interna del talón que desaparece en reposo y se acentúa al caminar. La molestia suele ser más intensa por la mañana y al andar sobre superficies duras.
¿Cómo se trata?
En las fases agudas, aplicación de hielo y reposo, plantillas ortopédicas y taloneras. En casos severos, ondas de choque y pequeñas cirugías.
METATARSALGIA (Infiltraciones + fisioterapia)
¿Cómo reconocerla?
Es una lesión del nervio que pasa entre los dedos de los pies, que provoca hormigueo y calambres en ellos. Puede producir también un dolor punzante en la cabeza de los metatarsianos o en los dedos que aumenta si se presiona sobre esa zona.
¿Cómo se trata?
Con fármacos analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), infiltraciones locales para el dolor agudo, plantillas especiales individualizadas y fisioterapia. En último caso, se recurre a la cirugía para extirpar el neuroma (lesión).
3 CONSEJOS
- A diario: Cuída tus pies aplicando crema hidratante antidurezas para evitar que la piel se engrose y se formen callos.
- Cada 7 días: Ponlos en remojo 10 minutos con sales y utiliza un producto exfoliante para eliminar las células muertas y las pieles endurecidas.
- Periódicamente: Visita al podólogo ante cualquier dolor o molestia.
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