Revista Perú

Cuidado con la clase política

Publicado el 18 septiembre 2013 por Eduardocarranzagazzani @ElPeriodicoPeru

El Mundo al revés. (Diario Expreso). 
Luis García Miró Elguera. 
CUIDADO CON LA CLASE POLÍTICA. 

El mundo contemporáneo vive en constante evolución. El progreso del hombre va de la mano del avance de la ciencia y, consecuentemente, de la tecnología. La sociedad moderna se transforma a un ritmo alucinante. Como tal, los países cambian día a día. Esto lleva a que esta vertiginosa innovación haga mutara todos los sectores que intervienen en la cadena de producción. Esa que al final del día surte el mercado donde se abastece esta sociedad tan iconoclasta como insaciable. Se modifican los hábitos y hasta las maneras en que se comunica la gente. La economía se metamorfosea y adopta las necesidades de una ciudadanía que se diversifica a cada instante. Por tanto hasta los medios de información necesitan reformarse para ir al compás de los tiempos. En otras palabras, empresas e individuos necesitan adaptarse permanentemente al nuevo entorno.

Sin embargo acá la única actividad que sigue estancada en el pasado es la política. No ha cambiado un ápice. Debería, pero no quiere. Prefiere mantener el viejo estilo de cuidar unos privilegios tan anacrónicos como divorciados de la voluntad popular. Su fuente de subsistencia sigue siendo el Estado, al que exprime y manipula a discreción. Se sabe omnipotente porque todas las instituciones dependen de sus órdenes. Nombra y cambia a autoridades, dirige la Administración Pública, dicta leyes. Y es consciente de que el país sucumbe a su voluntad. Pero quizá lo más alucinante sea que ahora prescinde de lo que fueron su razón de ser: los partidos. Hoy –hablamos del Perú– la nueva hornada de políticos son simples aventureros que emergen gracias a esta sociedad hedonista y superficial, que se deslumbra ante cualquiera persona que forme parte del espectáculo, el glamour, el deporte o sencillamente derroche empatía con su imagen y simpatía en su mensaje. Y esto lo entiende la nueva casta política, absolutamente banal y basta. Ahí su fuerza.

No obstante, el peligro estriba ahora en su contaminación por lacras sociales que apuntan a destruir el país: terrorismo y narcotráfico. O, lo que es lo mismo, narcoterrorismo. Ya han aflorado casos de esta naturaleza. Y lamentablemente las pesquisas están quedando en eso. Es decir, probablemente no exista proceso judicial –por lo de otorongo no come otorongo– y todo quede en nada. Sería la ruina para el futuro de esta nación, primera productora de cocaína en el planeta y cuna de una de las más sanguinarias bandas terroristas del mundo. Pero como las nuevas generaciones de peruanos han nacido al margen de la historia del genocidio de sendero luminoso y el mrta, sencillamente les importa un caracol la reagrupación de ambas bandas –que hoy actúan de guachimanes de la droga– gracias a la permisividad y al amparo que recibieron de la progresía a través de la Comisión de la “Verdad”. Y de otro lado, la droga es hoy pan común en la juventud, de modo que los narcotraficantes vienen a ser parte de la cadena de fabricación y distribución de un producto aceptado por los jóvenes como “bien” de consumo en casi todo el orbe.

No sigamos vulgarizando la política. La responsabilidad es de la gente que elige sus autoridades sin importarle su prontuario ni su ineptitud para administrar el Estado. El Perú no debe votar en forma impulsiva, en función a la palabrería de candidatos que venden imagen con cero conocimientos y esconden su incultura, su compromiso con la corrupción y su asociación con el narcoterrorismo. En 2014 y 2016 escojamos mejor. La solución está en manos del pueblo.

FUENTE: DIARIO EXPRESO. http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/cuidado-con-la-clase-politica


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