Si la fruta y verdura proviene de agricultura respetuosa con el medio ambiente mejor, cuantos menos productos químicos tengan serán menos peligrosos para nuestra familia especialmente para los niños y bebés, hay que tener en cuenta que su organismo es más delicado así que los productos que escojamos tenemos que intentar que sean de la mejor calidad y lo menos manipulados posible.
¡Pero atención! Cuidado con las frutas y verduras “del huerto de” que los tomates sean de la huerta del vecino o las peras del campo del abuelo, no nos garantiza que esas plantas o ese árbol no hayan sido fumigado con pesticidas nocivos, hay que asegurarse de que si ha sido así, ha pasado el tiempo recomendado por el fabricante para poder consumir la fruta o verdura. Cuidado con las verduras que se venden en las puertas de las casas, que la persona que las venda sea “aficionado” no es garantía de que esas frutas y verduras sean más sanas, pueden haber recibido tratamientos con pesticidas, con el agravante además de que estas personas no son profesionales y no tienen seguro de responsabilidad civil por lo que ante un intoxicación quedaríamos desprotegidos. Si los productos proceden de un huerto de confianza, adelante, podemos consumirlos sin problemas, pero si tenemos dudas o no conocemos la procedencia, mejor no arriesgarse.
Que la huerta sea para consumo propio no garantiza que no se hayan usado productos químicos. Hay que tenerlo en cuenta. Si tenemos dudas siempre es mejor usar la fruta y verdura del super, los proveedores profesionales están obligados a utilizar productos declarados no nocivos para la salud o a dejar el tiempo correcto para estos pesticidas no sean peligrosos.
Te cuento una anécdota. Una persona cercana a mi entorno estaba encantada porque sus manzanos habían dejado de tener pulgón. Al preguntarle como lo había conseguido me dijo encantada de la vida que había echado “unos polvos que le había guardado el del garden porque los iban a retirar”. Había echado a sus manzanos un producto especifico para plantas ornamentales que evidentemente no iban a comerse que además estaban retirando del mercado por considerarse poco seguro para uso doméstico… Los árboles efectivamente ya no tenían pulgón, esas manzanas estaban más envenenadas que la de Blancanieves.
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