Cuidado con las apps que instalas… te pueden salir muy caras

Voy a hacer una entrada rápida para comentaros algo que me ha ocurrido e intentar evitar que os ocurra a vosotros.

Estaba mirando mi factura de móvil y me veo que “he enviado” un SMS a República Checa (60 céntimos). Tengo muy claro que nunca hice algo así.

Por curiosidad, busqué el número al que “envié el SMS” en Google (el número es 00420720001669) y me encontré este primer resultado: “Avast! Mobile Security está enviando SMS sin conocimiento del usuario“.

Instalé Avast! más por curiosidad que por otra cosa, por trastear. Nunca he tenido problemas con virus ni malware porque soy una persona bastante precavida… pero nunca está de más tenerlos, sobre todo porque, con el boom que han tenido las aplicaciones móviles, uno nunca sabe lo que le puede entrar (incluso de los mercados oficiales uno no está a salvo).

Viendo lo que me ha ocurrido, voy a desinstalar la aplicación y a quejarme a los desarrolladores.

Y, ¿qué he aprendido de esta experiencia? Que debo andar con más cuidado a la hora de instalar aplicaciones y ser extremadamente cauteloso con los permisos que se toma la aplicación. Yo siempre los miro, pero entendí que Avast! usaba el envío de SMS para el antirrobo que lleva incluido. Ya veo que ha hecho un uso indebido de ese permiso… no volverá a ocurrir.

Y, ¿por qué os digo todo esto? Para que no os ocurra lo mismo, para que os toméis un momento antes de instalar una aplicación y reviséis los permisos que le estás dando. Esto es válido tanto para aplicaciones móviles como para las aplicaciones que tanto se están poniendo de moda en las redes sociales (Facebook, sobre todo).

Imaginad que vais a instalar un juego (mucho cuidado con los juegos gratuitos) que te ha recomendado un amigo. Te da por mirar los permisos y resulta que tiene la opción de “Revisar tus contactos” y “Envío de SMS”… ¿lo instalarías? ¿Miras los permisos de una aplicación antes de instalarlos? ¿Revisas los cambios en los permisos cuando hay una actualización? (en Android, si hay cambios, la actualización no es automática nunca, requiere permiso expreso del usuario).

Cuanto más penetra la tecnología en nuestro modo de vida, más precavidos debemos ser con nuestra información… y recordad, cuando un producto es gratis, es que TÚ eres el producto.