“Juanito acumula cientos de pecados, pero en un momento de ocio, pone Amén a una publicación de Facebook y , sin quererlo, es liberado de sus pecados, porque Dios visualiza en una tremenda pantalla celestial, cuántos Amén ponen sus fieles. También revisa el ranking de popularidad de su hijo. A los minutos después, ve con orgullo que la foto de una niña con cáncer sobrepasa fácilmente el millón de likes, por lo que decide obrar un milagro y transformar un cáncer maligno, en benigno”.
¿Y Usted ya está siguiendo a Dios en Facebook?
Aunque este relato está hecho con mucha imaginación, miles de personas lo ven como una realidad, tanto así, que cuáles zombis de la red y adictas al morbo, obedecen al 100% cualquier instrucción que leen en las distintas redes sociales, popularizando o viralizando información falsa para prestamistas, por ejemplo. “Parece de cabeza, reenvíe a todos sus contactos, escríbale piropos a esas hermosas mujeres de escotes generosos que en el fondo son hombres, satisfaga su curiosidad, comparta, ponga “Me Gusta” y escriba “Amén”, etc”. Ni hablar de las miles de noticias falsas que circulan por todos lados o de las imitaciones de los sitios de noticias, sitios web de “interés”. A veces uno puede pensar que, mientras más medios de información, las personas parecen estar más desinformadas.
Dese un tiempo para informarse, pero informarse bien.
A veces me parece raro que algunas personas anden buscando carné de identidad perdidos para publicarlos en los distintos grupos de Facebook, si hasta tarjetas de CuentaRut andan buscando a sus dueños. Lo cierto es que detrás de este interés por lograr grandes cantidades de amigos, vitrina, popularidad, pueden esconderse no muy buenas intenciones.
Una vez leí que la mejor forma de hackear una cuenta es pedir la información. En su momento encontré un poco tonto el comentario, pero el hacker decía que uno de los primeros intentos era justamente pedir las contraseñas y nada más. He leído a personas preguntando a los cientos de prestamistas que aparecen en Facebook cuáles son los requisitos para obtener un préstamo, sobre todo si a nadie le vendría mal un crédito de 900.000.000 millones de pesos para ampliar la casa. De ahí quizás se desprende el éxito de las estafas piramidales, que apelan a la ambición e inocencia de las personas.
La única forma de ser millonario es trabajando, no publicando una imagen llena de billetes.
Si algo hay que reconocer, es que los dueños de las cuentas de los “Amén” conocen muy bien los puntos débiles de la solidaridad, la curiosidad y la inocencia de aquellos que piensan que con 300 likes y 100 comentarios les llegará un IPhone nuevo a su puerta. Ahora, si nos ponemos más serios, veamos el peligro de todo esto; de compartir nuestra información y que esté a la merced de otras cientos de cuentas que tratan de estar al tanto de nuestras tendencias. El estafador también ha evolucionado y ha ido haciendo de esto, su negocio. Una persona que comparte la imagen de 2 peligrosos secuestradores de niños que anda haciendo una “gira” por el país, sin quererlo, entrega mucha información con sólo un click. Un pedófilo creativo, podría buscar imágenes en todas las personas que comparten estas imágenes, buscando imágenes de niños. Un prestamista podría enviar información a todas las personas que comparten esa imagen que asegura que si la compartes, en menos de 24 horas el dinero llegará a tu hogar.
No crea que su artista favorito falleció, sin antes ver su certificado de defunción.
Una cuenta de Facebook que fácilmente es capaz de obtener miles de seguidores en poco tiempo es un muy buen negocio, ya que puede ser vendida a una empresa o negocio, comisionar por difusión, reseteando todo y cambiando sólo el nombre, o, simplemente vendiendo las cuentas a hackers. Son un terreno propicio para el Pishing y Malware, que sólo aprovechan la oportunidad, nada más. El famoso “Cuento del Tío” no existiría si no tuviera potenciales clientes. No olvidemos que con un solo click podemos entregar la imperdible oportunidad de que un hacker o una empresa del rubro tenga todas nuestras contraseñas y cuentas, para, incluso, hacerse pasar por nosotros mismos. Copiar una imagen de las redes sociales no cuesta nada. Y si a esto le sumamos la facilidad que tienen las personas de decirles a todos incluso hasta sus 2 nombres y apellidos, publicar direcciones, dónde estamos, qué nos compramos, quienes somos, números de teléfonos, etc., el peligro aumenta. Mucha información que circula en internet es falsa, sobre todo si no puedes comprobar su origen. De ahí es que tenemos pensar que no porque sale en internet, es verdad. Hace unos meses me encontré con un comerciante que había retirado una línea completa de productos porque había leído en Facebook que esos productos producían Cáncer. Cuando le pregunté sobre el origen de la información, no lo recordaba, pero al ser una marca de la que yo conocía algunos gerentes zonales, les hice el comentario, sólo para comprobar, que era una noticia falsa. A veces, es más fácil hacer que una noticia falsa circule o se viralice más fácilmente que una verdadera y ahí está la raíz de todo este asunto.
Muchas personas obedecen todas las ordenes que les dan en Facebook: Comparte, Me Gusta, envíalo a 18 contactos, copia y pega en tu muro, etc.
Dese el tiempo de informarse, pero de informarse bien. No sea ingenuo, nada le hará millonario sin trabajo. No crea que su artista favorito falleció sin ver antes el certificado de defunción. Si quiere saber qué pasó en el video, mejor quédese con la curiosidad, de lo contrario después no se queje si anda propagando videos porno en semana santa. Si cree que esa hermosa mujer quiere salir con Usted que a los 40 años todavía vive con sus papás, mejor revísele la ”patente” antes. Si quiere apoyar a un candidato en Facebook, mejor vaya a inscribirse al registro electoral primero. En fin, son sólo consejos, pero no está demás que al final de esta columna de mi blog pongan “Amén” si les gustó.
¿Ya escribiste Amén para que a esta mujer la encuentren sus hijos?
Algunos ejemplos de temas ya publicados: