Según los investigadores del Hospital Henry Ford, en USA, existe una relación directa entre el uso de los bastoncillos de algodón y la ruptura de los tímpanos y que, en la mayoría de los casos, estas rupturas se curan por si mismas y la cirugía sólo resulta necesaria para los casos más severos.
Los resultados se presentaron en el Combined Otolaryngology Spring Meetingm, congreso internacional que se celebra en Chicago. Más de la mitad de los pacientes que visitan la consulta de un otorrinolaringólogo, admite usar bastoncillos para limpiarse los oídos. Si el bastoncillo se introduce demasiado a fondo en el canal auditivo, puede causar daños graves, entre los que se incluye la ruptura del tímpano, también conocida como perforación de la membrana timpánica.

Las perforaciones severas pueden causar parálisis facial y vértigo. Participaron en este estudio 1.540 pacientes diagnosticados de perforación de la membrana timpánica entre 2001 y 2010.
Los pacientes con heridas causadas por bastoncillos fueron subdivididos en dos grupos: de observación y de cirugía. Se consideraron como éxitos las membranas que sanaron y la desaparición o mejora de los problemas de vértigo, la parálisis nerviosa facial y el hueco de aire entre los huesos.
La ruptura del tímpano puede tratarse de dos formas, dependiendo de la severidad de los síntomas. El método de tratamiento a veces es solo esperar, porque con frecuencia el tímpano puede sanar por si mismo en dos meses. Los casos más severos tienen que tratarse con cirugía.