Estoy en varios comités de regulación de conflictos de varios fondos. Y como inversor he visto como los conflictos de interés mal resueltos se han llevado por delante muchos proyectos.
Como en todo lo que hago, trato de prevenir esos conflictos. Si hay que llegar a curarlos, no es nada sencillo. Prevenirlos es más fácil. De hecho, si los posibles causantes o las posibles causas de esos conflictos, no se avienen a razones en el proceso preventivo, ya es un claro aviso de que mejor te mantengas alejados del negocio.
Uno de los contextos en los que los conflictos se suelen producir es cuando un proyecto nace como una escisión, una spinoff de otra empresa o institución. En esos casos hay que estar muy atentos a la propiedad intelectual de los activos que sustentan al nuevo proyecto, a la dedicación de las personas clave y al compromiso de no competencia. Y también cabe regular la colaboración que se pueda dar entre las dos empresas o instituciones. Las cosas previamente reguladas suelen mantenerse en sus límites éticos y naturales.
Nada es poco cuando está por medio la naturaleza humana... ¡Que ya nos conocemos...!