El otro día, en la toma de posesión de la alcaldesa de Jerez, socialista, con ayuda de los votos de Ganemos Jerez e IU, llamó más la atención que su bastón de mando, la curiosa forma en que se colocaban los meñiques de ambos pies de la interesada.
Alejandro Pumarino sigue fiel a su política de no hablar de política, valga la redundancia, y en nada critica a la flamante edil andaluza; el comentario sería el mismo independientemente de la ideología política que profesase. Personalmente el calzado no es de mi gusto, y no casa bien con el resto de la indumentaria que luce la alcaldesa, pero lo más llamativo, desde luego, son los dedos. Además debe resultar doloroso. Pobre.