Sed de Mal es una obra maestra del cine negro dirigida por Orson Welles en la que destaca la figura de Hank Quinlan, un policía que se rige por sus propios métodos, al margen de la ley, para detener a aquellos que él considera culpable. En concreto en un dialogo de la película ocurre el siguiente diálogo que define la manera de actuar de este mítico personaje:
-Quinlan: "Dos americanos han volado con dinamita delante de nosotros".-Vargas: "Por qué está tan seguro que ha sido con dinamita".-Quinlan: "Mi pierna".-Vargas: "¿Su qué?-Menzies: Le duele la pierna. Es un síntoma. Les pasa a otros cuando va a cambiar el tiempo. Él lo llama...intuición"
La ortodoxia en la investigación política y electoral nos lleva a fiarnos, en mayor o menor medida, de los resultados que las distintas encuestas publicadas dibujan para el próximo 28 de abril. Al menos en las tendencias que expresan. A pesar de las diferencias que ofrecen cada una, todas ellas coinciden en otorgarle a VOX la quinta posición, con un resultado próximo a Ciudadanos y Unidas Podemos, y con una leve desaceleración en su crecimiento en las últimas semanas. El trabajo de las empresas de sondeos es complicado. Las encuestas se mostraron tremendamente eficaces en el mundo bipartidista, pero la realidad política ha cambiado y están teniendo dificultades para dar soluciones a esta nueva situación. Es difícil prever el porcentaje de votos y escaños que finalmente obtendrá la fuerza ultraderechista en un escenario multipartidista con 5 fuerzas que se aproximan o superan el 15% y sólo teniendo como referencia los resultados autonómicos andaluces. Recuerdo que una vez un reputado catedrático de Ciencia Política que se dedicaba a los estudios electorales me dijo que para realizar una estimación de una encuesta es necesario algo de estadística y mucho de olfato del investigador. Es decir, afirmaba que, además de los datos, hacía falta algo más para interpretarlos correctamente.
Y es que con VOX hay elementos intangibles que no se recogen en los fríos datos de los sondeos. Me refiero a diferentes variables de carácter cualitativo que difícilmente pueden descifrarse de las preguntas que constituyen un cuestionario y que, posiblemente, no estén siendo adecuadamente ponderadas. No se trata de echar por tierra la validez de las encuestas, al contrario, se trata de ofrecer elementos complementarios en esta fase de adaptación de las técnicas y herramientas de los sondeos a la realidad actual.
Cuando los gurús de la comunicación y el marketing político y electoral hablan de la construcción de un relato que emocione es porque, además de la parte ideológica y de propuestas concretas, se debe llegar a los sentimientos y tripas del electorado. Lo irracional. Al final, y más en campaña electoral, la política es un estado de ánimo y, al igual que anteriormente ocurrió con Podemos, existe actualmente una (sobrecogedora) ola de entusiasmo de parte del electorado hacia VOX que es difícilmente cuantificable y de contrarrestar. Vemos que han sido capaces de imponer su disparata agenda, que han conseguido un giro del PP hacia la derecha más radical y cómo la esperanza naranja liberal, un Albert Rivera desnortado, abandonaba el centro para irrumpir en la pugna con la propia ultraderecha asumiendo sus marcos discursivos. O cómo su sombra ha estado presente en el debate sin tener necesidad de participar y desgastarse. Pero es que, además, hay algo visible en esta campaña: mientras los actos multitudinarios brillan por su ausencia en todos los partidos, VOX va llenando auditorios día tras día, dejando a gente en la calle. Decía Verstrynge que este tipo de llenos le recordaba a un mitin de AP en el 77 que congregó a una asistencia considerable y en el que Joaquín Navascués le dijo que "todos los votos de AP están aquí dentro". VOX ha superado ya este estadio, no se trata de un lleno, sino de una de una gira, si habláramos de una rock star, en la que cuelgan todos los día el cartel de no hay billetes. Todo ello prescindiendo de los medios de comunicación mayoritarios y utilizando las redes sociales como herramienta de comunicación directa con el ciudadano. Valgan como datos al respecto los miles de retuits que obtienen los principales líderes del partidos o las visualizaciones de su canal de youtube en las que, en los últimos 30 días, multiplican por 7 a las de podemos o 16 al PP, por ejemplo.
Ojo a las reproducciones en canales de YouTube de partidos políticos en los últimos 30 días:
- PSOE: 167.000
- PP: 254.000
- Unidas Podemos: 566.000
- Ciudadanos: 3,4 millones
- VOX: 4,2 millonesEsto puede ser una pista sobre qué se consume/comparte bajo el radar.
- JoséManuel Rodríguez (@josemanuelrodos) April 21, 2019
Todo ello me lleva a pensar que existen serias posibilidades de que, finalmente, no sea VOX el que ocupe ese quinto puesto. Puede parece inverosímil, pero también lo era que ganará Trump, Bolsonaro o que triunfara el Brexit...y todo ello ha ocurrido. Basándose en las encuestas, en la ortodoxia investigadora, no puede sostenerse esa afirmación, pero el olfato, que decía el catedrático, o la intuición, de la que hacía gala Quinlan cuando se saltaba toda la legalidad para buscar culpables, nos describe otro posible paisaje electoral para este 28 de abril. En Sed de Mal, a pesar de sus métodos, la intuición lleva a Quinlan a terminar acertando con el culpable porque, como se afirma en el propio film, era "un mal policía" pero también "un gran detective".
Esperemos equivocarnos en este caso, los pilares fundamentales de nuestra democracia están en juego y depende de nosotros frenarlo. Pensemos en ello: ¡Vota!