Los médicos y enfermeras de cuatro centros médicos de Boston citaron la falta de capacitación para explicar por qué rara vez brindan atención espiritual a enfermos terminales de cáncer, aunque la mayoría considera que es una parte importante del tratamiento al final de la vida.
Las actuales directrices estadounidenses de cuidados paliativos intentan alentar a los profesionales a prestar mucha atención a las necesidades religiosas y espirituales que puedan surgir durante el cuidado al final de la vida útil del paciente.
Sin embargo, los 204 médicos que participaron en el estudio reportaron brindar atención espiritual a sólo el 24% de sus pacientes. Entre las 118 enfermeras, la cifra fue del 31%, según el informe.
Los 69 pacientes con cánceres avanzados que realizaron la encuesta reportaron tasas aún más bajas, diciendo que el 14% de las enfermeras y el 6% de los médicos les habían proporcionado algún tipo de cuidado espiritual.
Investigaciones anteriores han demostrado que el cuidado espiritual de los pacientes gravemente enfermos mejora su calidad de vida, aumenta su satisfacción general con la atención hospitalaria y reduce el tratamiento médico agresivo, que a su vez puede resultar en una reducción del gasto de salud en general.
Hubo un momento en que las enfermeras y los médicos pudieran haber dicho que aquel no era su trabajo, pero la situación está cambiando. Algunos profesionales de salud están de acuerdo en que ya no pueden pasar por alto este aspecto de la atención.
Sin embargo, las razones por las que rara vez la atención espiritual es incorporada en el tratamiento del paciente y el diálogo no son comprendidas.