Juan Martorano
Producto de una dinámica verdaderamente amorosa, ahora comprendo en su justa dimensión la expresión del Comandante Eterno, Hugo Chávez, cuando expresó: “Soy una débil paja arrastrada por el huracán revolucionario”. En estos días, para mí, la historia me ha estado persiguiendo, pero en el buen sentido de la historia.El día jueves 9 de junio, estuve en la Esquina Caliente de la Plaza Bolívar de Caracas. Fui entrevistado para el programa “El ADN de la Noticia”, conducido por los compatriotas y camaradas Luis Salazar y Gonzalo “Chalo” Azuaje, además de interactuar con ese pueblo que día a día se encuentra en tan combativo e histórico lugar. Luego, y casi llegando en slide, participé en la marcha de las Misiones y Grandes Misiones Socialistas, donde me correspondió dirigir algunas palabras a los presentes en el lugar, y a lo largo de esa extraordinaria movilización.
El viernes 10 de junio, en la misma Plaza Bolívar de Caracas, del Municipio Bolivariano Libertador, tuvimos un conversatorio popular en donde estuve disertando sobre el referendo revocatorio como opción, no como obligación como lo quiere hacer ver la derecha; además de realizar un análisis de la coyuntura actual y las oportunidades reales para salir airosos de la crisis económica, política y social que hoy agobia la República Bolivariana de Venezuela, la mayor parte de las causas, inducidas por factores exógenos, que buscan dar al traste con nuestro modelo político y de inclusión social que hemos denominado “Revolución Bolivariana”.
Pero lo que más me impacto fue la actividad del día de ayer, 11 de junio de 2016, en el histórico y emblemático Cuartel San Carlos, que se erige como monumento de lo que pudiera ocurrirnos si dejamos perder este camino revolucionario. Allí estuve en un conversatorio popular hablando de los cuatro años del Plan de la Patria, testamento político de Hugo Chávez, nuevamente hablamos y explicamos lo concerniente al referendo revocatorio, además del respectivo análisis de coyuntura.
Lo que me impactó de esta última actividad, además de volver a tan emblemático lugar como ya lo indiqué, y que tenía como cinco años que no iba, fue el escuchar el testimonio de varios que si fueron presos políticos del régimen cuartarrepublicano, de las torturas que sufrieron, de los compañeros y compañeras asesinadas en esas mazmorras. Me llevaron a los sótanos, a los “tigritos”; algunos hasta lloraron de emoción por las palabras que dije allí, porque cuando me toca hablar, lo hago desde mi razón, desde mi emoción, pero también desde mi corazón porque así me lo enseño mi Comandante Eterno.
El elemento común de todas esas actividades que la dinámica revolucionaria me ha llevado es el abrazo, el encuentro, pero sobre todo el AMOR que este pueblo te da, te transmite, te dice. A ese pueblo con necesidades, a ese pueblo que quiere ser escuchado, a ese pueblo que ama, vive, sufre y espera como lo escribió Gallegos en su obra “Doña Bárbara”, pero que aún y sus molestias y sus pesares, sigue creyendo en la Revolución Bolivariana.
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que hemos iniciado algunos de nosotros, una etapa de reavivamiento del chavismo.
Luego de esta introducción un tanto extensa, pero para mí necesaria, pasemos al tema que nos ocupa y que motiva el artículo de hoy.
Hace tres días, como es público, notorio y comunicacional, se dieron unos hechos vandálicos, violentos en Petare, municipio Sucre del estado Miranda. Fíjense que me refiero a ello como actos vandálicos y no como “saqueos”, pues un primer elemento a considerar es que llama la atención que los supuestos “saqueadores” no se llevaron en los sitios que atacaron ni un pan, sino las cajas registradoras con el dinero, además de los daños materiales que ocasionaron. He allí una primera diferencia de esto con el “Sacudón” de hace 27 años que se dio en Caracas y el resto de Venezuela durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez.
También es muy importante señalar, y se lo he comentado a algunos camaradas y compatriotas, que revisen el libro de la colega abogada y escritora, Eva Golinger “El Código Chávez”. Allí, en un aparte, Eva se refiere al experimento y a la experiencia de Petare. Y ya paso de seguidas a explicarles el por qué.
Resulta y llama poderosamente la atención, que en el referendo revocatorio del 15 de agosto del año 2004, ganado por paliza por nuestro Comandante inmortal, en el municipio Sucre del estado Miranda, en Petare, perdimos por primera vez un proceso electoral; volvimos a ganar en 2006, y desde el 2007 hasta el año 2015 no hemos vuelto a ganar allí.
Incluso, advertía Eva Golinger, la labor de Carlos Ocariz desde hace muchos años, primero como activista de la organización política de extrema derecha, Primero Justicia, y actualmente como alcalde de dicho municipio, para utilizarlo como plataforma para la desestabilización y los zarpazos que se planifican en contra de la Revolución Bolivariana.
También no podemos perder de vista que el estado bolivariano de Miranda, que dirige el fascista Henrique Capriles Radonski, es usado como Bengasi en Libia, en territorio del paramilitarismo y de mercenarios, para dar al traste con la Revolución Bolivariana.
A ello hay que sumarle los casi 3 millones de colombianas y colombianos que viven en tan populoso sector. No quiero caer en el chouvinismo ni en la xenofobia, ya que seguramente muchos de los colombianos y colombianas que viven en Petare son personas honestas y trabajadoras, padres y madres de familia que vinieron a estas tierras huyendo de la guerra que azota a su país, huyendo del paramilitarismo; pero, ¿Quién nos dice que también en esas oleadas, paulatinamente, no se fueron colando importantes sectores de paramilitares que fueron ejerciendo control territorial en esa zona?
Igualmente, no podemos obviar que el 9 de mayo de 2004, la captura de 150 paramilitares colombianos en la finca Daktarí, propiedad de Robert Alonso, promotor de la guarimba y de cuanto plan desestabilizador y violento hubo en contra de Hugo Chávez, y en los planes actuales por tratar de derrocar a Nicolás Maduro, Presidente legítimo y constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. ¿Quién nos dice que desde el año 2004 hasta este año 2016, no fuimos siendo penetrados paulatinamente por el paramilitarismo colombiano impulsado, promovido y defendido por el capo número 82 de la DEA, Álvaro Uribe Vélez, alias “Dr. Varito” como le decía Pablo Escobar Gaviria?
También luego de lo sucedido en Petare, se dieron sucesos muy similares en La Vega, donde un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana fue herido de bala por el cuello, afortunadamente, la bala tuvo orificio de entrada y salida sin tocar ningún órgano vital y no asesinaron al efectivo. No podemos perder las perspectivas ni bajar la guardia.
Lo que si podemos resumir, en algunas palabras, y por testimonio de los habitantes del lugar, tanto de Petare como de La Vega, es que se aplicó el foquismo nocturno, donde nadie podía identificar por la noche, y esto pudiera dar pie a francotiradores y cámaras ocultas.
Y me detengo mucho más en el tema de Petare, puesto que por ser un sector muy poblado, populoso y más grande, una de las entradas desde el oriente a la capital de la República, que además es el centro político del país, pues pudiera ser utilizada como puerta de entrada para la invasión militar e intervención extranjera que desean los gringos para nuestro país. Atentos con esto.
Además, en un muy buen trabajo del colectivo Misión Verdad, como todos sus trabajos, llama la atención que en la mayoría de los municipios que son dirigidos por el partido de Leopoldo López, Voluntad Popular, al que yo le enmendaría el nombre y los llamaría Voluntad Criminal, han ocurrido inusitados hechos de violencia, de intentos de “saqueos”, que yo denominaría actos vandálicos más bien, y de originar un estallido para “hacerle la cama” a los gringos para que nos invadan.
Hace algunos años atrás, escribí sobre las tres fases de la desestabilización: El calentamiento, el escalamiento y el estallido. La derecha fascista y violenta en nuestro país, siguiendo las instrucciones de sus amos imperiales, han considerado que este es el momento de activar el estallido para derrocarnos. Estamos en la fase más peligrosa de amenaza en contra de la Revolución Bolivariana.
Y esto es así, porque también en anteriores artículos exprese las oportunidades que se presentarían para superar la crisis: Que el precio del petróleo se irá recuperando paulatinamente, y se está dando; a finales de año subirán las reservas internacionales; empezaron a llegar materias primas para producción de alimentos; llegaron 96 toneladas de medicinas, y paulatinamente irán llegando demás bienes y servicios para apalancar nuestro desarrollo. Claro, teniendo claro el necesario control en la distribución, para que no nos contrabandeen dichos bienes y que lleguen al consumidor final, a nuestro pueblo.
Eso sin contar con la activación de los Motores Económicos y los efectos de las medidas implementadas por el Presidente Nicolás Maduro. Por eso, el incremento y la ferocidad de los ataques en estos momentos.
Por ello, la alerta dada por el Presidente Maduro el día jueves, cuando señaló las tres líneas de ataque de los enemigos: La activación de los asesinatos selectivos de cuadros dirigentes políticos y sociales tanto de la Revolución como de la misma derecha; la activación de la movilización de los sectores fascistas para generar violencia bajo la excusa de la activación del referendo revocatorio; y la activación de la Carta Interamericana Democrática para dar el aval legal a las fuerzas gringas para que nos invadan.
Como lo señalan los compas de Misión Verdad, estamos en una etapa donde se busca evitar la confrontación directa, con el fin de llevar al oponente hacia su derrota a través de formas y medios de guerra de desgaste y agotamiento de sus recursos a través del tiempo. Eso busca el enemigo en estos momentos, y por ello he dicho que junio, julio y agosto serán los meses más peligrosos, y a la vez decisivos en esta coyuntura.
Buscan condicionarnos en nuestro comportamiento político y mermar nuestras bases de apoyo mediante el miedo y la intimidación, para generar una sensación de fracaso y desconfianza entre nuestras filas.
Se busca en saturar a la opinión pública y la percepción de nuestra población en nuestras dificultades y problemas, promoviendo juicios negativos y una profunda desconfianza en torno a la normalización de la distribución de alimentos a través de los incipientes Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que serían las Juntas de Abastecimiento y Producción (JAP) en el Chile de Allende, y que dieron sus frutos. Por ello, estos sectores fascistas han declarado objetivo militar a los CLAP, por eso buscan infiltrarlos y atacarlos.
Pero tal y como lo expresa el colectivo Misión Verdad, más allá del puro efecto psicológico; también existe un aspecto objetivo y material que busca concretar esta táctica: mientras más focos de violencia y actos vandálicos se generen (por más pequeños que sean), los recursos físicos del Estado venezolano (infraestructura militar y policial, gasto de capital para su despliegue, equipamiento, vigilancia, etc.) se dirigirán a la contención de estas acciones irregulares, logrando evitar parcialmente que dicha maquinaria sirva de apoyo al nuevo sistema de distribución que se adelanta.
Además que con estos focos de violencia buscan reducir el margen de maniobra del Estado para distribuir alimentos en la población y afectar su infraestructura y centros de acopio, pues ello obliga a reacondicionar Mercales y Pdvales destrozados; reparar calles y avenidas; abrir nuevas rutas de suministro; restaurar flotas de camiones; importar con mayor celeridad y en mayores cantidades; otorgar más subsidios y financiamientos. Es decir, infligirnos más daños en nuestra economía y en lo social, eso sin contar reforzar las matrices de “Gobierno represor de los Derechos Humanos”.
Estamos ante graves peligros y la organización popular es fundamental.
Hay que montar una red de fuentes confiables que nos reporten novedades minuto a minuto.
Urge la acción cívico militar en los CLAP.
Entender la guerra (y sus actores y modos de operación) es el primer paso para ganarla. Y nosotros y nosotras tenemos la estirpe de los libertadores y libertadoras, forjados por heroicos abriles, monumentales sacudones, sabotajes empresariales permanentes, pero tenemos todo para maniobrar en tiempos de tempestad, para salir de la tempestad. Podemos afrontar un momento tan complicado como éste. Nosotros estamos haciendo cosas grandes, estamos escribiendo páginas doradas en nuestra historia, y la derecha nacional e internacional luchando contra reloj.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos! Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
[email protected] @juanmartorano