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La verdad es que la herencia Guardiola está garantizada, su hijo Màrius apunta buenas maneras en el banquillo azulgrana, gesticula como su padre y parece que tiene las mismas dotes de mando. Teniendo en cuenta la calidad de la cantera y la precocidad con la que los chavales debutan en el primer equipo no sería de extrañar que el joven lo hiciera en breve como entrenador culé. Tito Vilanova va a ser observado con lupa sobre todo en los primeros encuentros del Barça la temporada que viene, en este equipo si te duermes, siempre hay alguien esperando ocupar tu plaza.