Revista América Latina
Una de las cosas que siempre ha distinguido a la izquierda es el debate, el enfrentamiento dialectico de ideas, la posibilidad de curtir los conocimientos como mecanismo de superación ideológica y científica. Este método se aprende en la escuela y liceos con los docentes que instigan al debate, a la reflexión crítica y, porque no, a la conspiración política como oficio de todo revolucionario. Este espacio de debate, que adquieren pocos y profesan muchos (como el de escribir), se prefecciona en la universidad y es allí donde se define el perfil del hombre como ser crítico ante el sistema imperante. Aunque está claro que muchos ni siquiera se atreven a involucrarse en un debate abierto en alguna plaza de la universidad porque no tienen el sustento ideológico para este debate. No es criticable, cada quien escoje su manera de vivir su vida, aunque las circunstancias le empujen a decir estoy o no de cuerdo con esto o aquello.Mi amigos profesores que me formaron en este arte los tengo en un salón de ilustres que he creado en mi corazón, mis amigos del liceo o de la universidad con los cuales compartí tantos momentos no han sido borrados, al contrario, cada vez que me enfrento a una realidad concreta, se prende el fuego de la dialectica, del enfrentamiento de contrarios...Todo esto lo digo por la forma como hoy se enfrentan las discusiones en los círculos docentes (creo que le colocaon otro nombre), en como algunas personas que en este momento circunstancial tienen el control de una estructura política o educativa, no son capaces de reflexionar en las ideas contrarias, en la otra opinión, en la otra alternativa, para la generación de conocimiento, sino, que manifiestan una conducta represiva, excluyente, implacable, monolítica e inflexiva. Totalmente contraria al espíritu del debate revolucionario, que por tanto tiempo muchos de ellos profesaron cuando eran parte de los mortales.Hoy, el discurso es una repetición de frases que se aprenden cada domingo, o en momentos de una cadena residencial. Esta sucesion de domingos y cadenas han creado una especie de vocabulario ilustrado que incluso raya en la imitación de el dialecto de quien enseña. Es tanto así, que la persona que presta atención con denuedo, rápidamente es un erudito de la revolución, aunque haya leido poco, aunque sea un analfabeta funcional, aunque no se haya leido siquiera el PROLOGO DE LA CONTRIBUCION A LA CRITICA DE LA ECONOMIA POLITICA de Carlos Marx.Uno de los casos que más llama la atención son los Foros de la página aporrea ( http://www.aporrealos.com/forum/index.php ) Esta página tiene interesantes temas los cuales alientan al debate que ahora está casi inexistente. El problema es que cuando alguien tiene una opinión diferente es execrado, expulsado y según dice la leyenda: "autoexpulsado por petición de los foristas" algo totalmente fuera de todo sentido humano fundamental, demostrando incapacidad total de tolerancia politica. Igualmente, en momentos determinados, el foro, para evitar críticas cierran la posibilidad de inscripciones.Los propulsores de este apartheid foristas son Castromayo, Falconiano32 (amenaza con animaciones de asesinatos), Roland-marxista y al jaseera..mucho cuidado..no digan nada en contra del poder..ellos te expulsarán... para eso están ahí
Gracias