Durante el invierno nuestra piel se reseca más de lo normal y tiende a deshidratarse. También es una estación en la que tendemos a no cuidarnos tanto. Por ello, si has descuidado un poquito tu piel durante el invierno, conviene que en primavera le proporcionemos unos cuidados específicos para recuperar la hidratación, suavidad y elasticidad de la piel.
El primer paso es una dieta equilibrada. Ahora que han subido las temperaturas apetece más comer ensaladas, fruta… sigue una dieta saludable e intenta descansar las horas adecuadas.
Hídratate por dentro. Intenta beber unos 2l. de agua diarios. Sus efectos beneficiosos en tu organismo también se verán por fuera.
Aprovecha la llegada del buen tiempo para hacer ejercicio. Te ayudará a oxigenar tanto tu organismo como tu piel.
Mantener la piel limpia es esencial para que luzca sana y bella. Aplícate una vez a la semana un buen peeling y una buena mascarilla. Las aguas micelares son geniales para la higiene diaria de la piel, en todo tipo de pieles.
Por otro lado, conviene hidratar la piel a diario para que tu piel recupere los niveles de agua necesarios. Los cosméticos con activos humectantes y emolientes como la lanolina, el ácido hialurónico, el ácido retinoico, el ácido glicólico, la urea o la glicerina son buenas elecciones para mantener la piel bien hidratada y protegida, y además previenen el envejecimiento prematuro de la misma.
Y por último y muy importante, no hay que olvidarse de utilizar un buen fotoprotector para evitar los efectos nocivos del sol. Debemos procurar que nuestra crema diaria lleve entre un spf15 a un spf30, mínimo, según nuestras necesidades.
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