Tras la lactancia, y no sólo antes y después, hay que cuidar los pechos, ya que son un aspecto delicado tanto a nivel estético como salud.
Puede bastar con unos cuidados sencillos, como algo de gimnasia para recuperar la firmeza y el tono del pecho, ejercicios como elevar los hombros hacia las orejas un minuto, levantar con las manos pesas de un kilo o medio kilo, realizar varios movimientos en series de 15 repeticiones, etc. El movimiento del cascanueces también es conocido, consiste en unir las palmas de las manos y ejercer presión una contra otra como si se fuera a romper la nuez con las manos.
Algunas mujeres recurren a la cirugía estética, aunque en lo posible es mejor evitarla, cirugía como la mastopexia o levantamiento de senos que devuelve el volumen y forma de los senos, aunque esto deben hacerlo mujeres que no vayan a tener más hijos.
Antes de la lactancia y después también hay que cuidar los pechos, tener ciertos cuidados y utilizar sostenes de telas naturales como lino y algodón, además de masajear los pechos cada día con una crema o aceite especial.
Además del ejercicio, la alimentación y una vida sana es recomendable, sobre todo porque así se consigue no ganar más peso del necesario, que es el responsable de que los pechos se caigan, se encuentren mal o tengan estrías. Además, para cuidar los pezones basta con algo de la leche materna y una ducha diaria, además de baños de agua fría que reafirman el pecho y cuidan la piel.
Existen varios productos para cuidar el pecho tras la lactancia, se puede pedir al médico que aconseje uno bueno que funcione, para no perderse entre tantas posibilidades y marcas. Aunque generalmente, con algo de ejercicio y unos cuidados antes es más que suficiente.