Los piercings son un accesorio que ha marcado tendencia desde tiempos inmemorables, cada es más común ver desde adolescentes hasta adultos profesionales con una o varias modificaciones corporales de este tipo en su cuerpo no obstante, para lucirlo de forma apropiada es fundamental llevar a cabo ciertos cuidados durante el proceso de curación. A continuación podrás ver algunos de ellos:
- Agua y sal: Para eliminar bacterias de la herida hierve un poco de agua y agrega sal marina, cuando esté tibia humedece un aro de algodón sobre la misma y a toques limpia la zona perforada. Puedes hacerlo una vez al día.
- ¡No muevas la pieza!: Mover la pieza más de lo necesario en lugar de ayudar a que cicatrice mejor, lo único que lograrás será retrasar el proceso de cicatrización e incluso dañar la perforación desde adentro. Sin importar lo tentado o aburrido que estés no la toques.
- Evita el sudor: Es de suma importancia mantener la zona fresca y seca para prevenir infecciones o malos olores.
- En caso de ser un piercing en el rostro, evita a toda costa dormir en una posición que ejerza presión sobre el. Por otro lado, si es en otra parte del cuerpo ten en cuenta que la ropa holgada y fresca siempre será tu mejor aliado. La mejor en éstos casos es la que está hecha a base de algodón o material orgánico.
- Si la perforación es en el ombligo evita sentarte y ponerte de pie a cada momento los primeros días ya que el roce de la mano con la presión al hacerlo, causan irritación, daños internos he hinchazón.
- Olvídate del alcohol y el agua oxigenada: Lo único que vas a lograr será una infección para nada agradable.
- Si es una perforación bucal debes estar muy al tanto de que el enjuague que vas a utilizar sea libre de alcohol.
- Solo debes tocarlo con las manos muy limpias.
- No permitas que nadie lo toque.
- Utiliza solamente espuma de jabón neutro que estés seguro que no causa ninguna clase de alergia en ti.
- No muevas la pieza haciendo presión al momento de limpiarla, tampoco la muevas muy rápido.