Se trata de un proceso químico bastante agresivo para el cabello (en algún momento temí quedarme calva) el agua utilizada en la decoloración es capaz de eliminar el pigmento de la hebra y modificar la cutícula del pelo, lo cual lo debilita, lo reseca y hace que pierda su proteína y su brillo natural. Sí, puedo parecer loca, pero no quería quedarme con ganas de probarlo.
Y ahora que soy una rubia platino rozando a albina, me tengo que cuidar mogollón el pelo si quiero seguir con él. : D . Os dejo unos consejos para aquellas que como yo, hayan cometido la locura de decolorarse.
Champú adecuado
Es importante que nos lavemos el pelo con la misma frecuencia que si no estuviese teñido, sólo que emplearemos un champú que nos ayude a mantener fijos los pigmentos. Si además incluye filtros protectores para los rayos solares (principal enemigo de los cabellos decolorados) mejor que mejor.
Acondicionador y mascarilla adecuada
Como el cabello tiende a estar seco, es importante una buena hidratación. Con ello se evitará la excesiva porosidad de las fibras capilares y las temidas puntas abiertas.
Una mascarilla semanal, también es imprescindible. Estas mascarillas nutren en profundidad, aportan flexibilidad a la fibra y ayudan a mantener las puntas en perfecto estado.
No abusar de planchas, secadores y aparatos de calor
Me he acostumbrado a secar el pelo al aire, pero si de verdad es necesario pasar la plancha no lo haré sin aplicar antes un sérum protector anti-térmico.
Gomas adecuadas
¡Esa es otra! Yo que suelo pasar la mayor parte del día con el pelo recogido y resulta que mi pelo corre peligro con las gomas de toda la vida. La peluquera me ha recomendado huir de las gomas tradicionales y me ha propuesto usar éstas otras que dañan mucho menos el cabello.
¿Qué os parece ésta moda?¿Alguna más se atreve?