¡Vamos al lío!
1. Cuidados específicos para la piel de los pies.
Me gusta darme ratos de relax mientras cuido mis pies :)
En mi caso, siempre utilizo una hidratante específica: Me gusta tenerla en mi mesilla de noche para aprovechar al acostarme. Como ahora suelo dormir con calcetines (sí, yo soy del club de los pies fríos de Noviembre a Mayo, jajaja) aplicar la cremita, masajear y poner un par de calcetines de algodón es toda una cura de belleza que trabaja toda la noche sobre la planta de nuestros pies. Si además, has caminado bastante ese día o hecho bastante cardio…. El masajito te va a terminar de relajar para dormir como un angelito ;)Además, me gusta exfoliar mis pies de una a dos veces por semana: coincidiendo, normalmente, con la exfoliación corporal (y con cuando me lavo el pelo, que ya aprovecho que va a ser más larga la ducha para hacer una “puesta a punto” que ni las revisiones d los coches, oiga! Jajaja). Reconozco que en este caso no soy tan purista y, la mayoría de las veces, con el exfoliante corporal me es suficiente. No obstante, también a veces pico con exfoliantes específicos que suelen tener aromas más orientados hacia el frescor (menta, clorofila…) o la relajación (lavanda) de esta zona tan delicada.
2. La base…una buena higiene. Parecerá de perogrullo, pero no lo es: cuidar la correcta higiene de nuestros pies es imprescindible para evitar molestias o trastornos. En casa tenemos especial cuidado con el tema porque, como os he contado en alguna ocasión, Manolo es diabético y en el caso de esta enfermedad crónica, el cuidado de esta zona resulta ineludible. Además, eres usuario/a de gimnasios o zonas deportivas y utilizas sus instalaciones para asearte, debes tener especial cuidado con los hongos: esa molestia tan indeseable que algunos hemos sufrido alguna vez. Para su tratamiento, hay remedios naturales como el ajo, el limón, la canela o el bicarbonato con propiedades anti fúngicas pero en mi caso, cuando quiero ir a lo seguro, prefiero hacerme con algún producto específico como Fresh Fingers. Fresh Fingers, que nos ayudan a mantenerlos a raya a la vez que proporcionan a nuestros pies una sensación de frescor muy agradable. Si te preocupan los activos, Fresh Fingers contiene un potente anti fúngico (clotrimazol) pero también vitamina E y aceite de menta para aligerar la sensación de pesadez. El material de nuestros calcetines es también un tema básico: hoy día todos usamos low cost para cualquier prenda, pero en caso de prendas delicadas como la ropa interior íntima o los calcetines, debemos ser cuidadosos con la composición. En mi caso, siempre busco calcetines 100% de algodón de transpiren correctamente cuando voy a hacer deporte, ya sean caminatas o ejercicios.
¡Ahí, con todo el subidón de haber andado!
3. Y cómo no, también la belleza. Lo reconozco y lo confieso: antes era muy perezosa para hacerme pedicuras en otoño/invierno. Pensaba “total, si sólo me los veo yo (y mi pareja, en todo caso)”….pero qué leches, aunque así sea…¡anda que no quedan bonitos los pies con una pedicura en burdeos, rojo cereza o rosa amarronado ahora que apetecen esos colores! Otras veces me gusta combinarlos con la manicura que lleve, porque queda muy coqueto. Así que no hay pereza que valga: colores bonitos y, en esa tarde de domingo (o a veces, de jueves) en que, como digo yo “me la doy libre”, cae una pedicura en condiciones, que una potinguera debe serlo de la cabeza a los pies J
Y tú, ¿eres de las que espera al buen tiempo o te implicas todo el año en cuidar la base de todo tu cuerpo? ¡¡BESOS!!