A estas alturas ya todos sabemos que entrenar sobre la bicicleta no es lo único importante a la hora de incrementar nuestra forma física de cara a la consecución de algún objetivo. Psicología, mecánica o alimentación se cuentan entre estos otros aspectos que no consisten meramente en pedalear y que deberemos de tener en cuenta si buscamos un rendimiento óptimo.
Y entre ellos la alimentación y la suplementación nutricional puede que sea el más desconocido por el grueso de los cicloturistas, que permanecen ajenos a aspectos tan importantes como, por ejemplo, la aplicación del magnesio dentro de las rutinas de entrenamiento cicloturista. Y eso que es un suplemento casi indispensable en nuestra alimentación deportiva. Igual que, por otra parte, debería de serlo en nuestra dieta del día a día, aunque es en momentos de práctica deportiva cuando su ingesta se convierte en auténticamente vital.
Pero, ¿por qué es tan importante la ingesta de este mineral? En primer lugar hay que señalar que el magnesio interviene de forma decisiva en la transmisión nerviosa y muscular, además de ser el responsable del buen funcionamiento en el músculo cardiaco, lo que ayuda a que tus músculos se relajen. En otras palabras, si afrontamos un ejercicio demasiado largo o de gran intensidad con niveles bajos de magnesio aparecerán nuestros viejos amigos los calambres, y ambos sabemos que eso ya lo hemos sufrido en el pasado y no queremos volverlo a repetir.
Igualmente el magnesio contribuye a mejorar el rendimiento y prevenir daños musculares, ya que facilita el funcionamiento de nuestros músculos, lo que los hace más resistentes. Por último el magnesio ayuda a reducir los niveles de cortisol en la sangre. Esta hormona es una respuesta natural que segrega nuestro organismo en condiciones de estrés, por lo que si mantenemos altos nuestros niveles de magnesio ayudamos a disminuir nuestros niveles de estrés, lo que se traduce en mayor tranquilidad y más facilidad para conciliar el sueño en los cicloturistas. Ambos aspectos son, como sabemos, importantísimos a la hora de afrontar nuestros objetivos de cada temporada.
A la hora de combatir los calambres podemos llevar en nuestro maillot algún gel con alto contenido en magnesio, pero lo mejor que podemos hacer es incorporar este mineral de forma natural en nuestra dieta del día a día para así conseguir con facilidad gozar de sus grandes propiedades. Existen multitud de alimentos con magnesio, aunque algunos lo tienen en mayor proporción y precisamente en ellos deberemos fijarnos de forma más concreta si queremos gozar de las bondades de este mineral. Un consejo, intenta consumir estos alimentos de la forma más natural posible, mejor si son en crudo, puesto que el magnesio tiende a diluirse cuando se cocinan los alimentos que lo contienen.
Los principales alimentos que contienen magnesio son los frutos secos, especialmente las almendras (mejor si no están fritas y las puedes comer naturales), el chocolate negro sin azúcar (mira en las etiquetas de los alimentos y busca el que tenga mayor porcentaje de cacao), las espinacas, las espinacas, las pipas de calabaza o las nueces. La mayoría de estos alimentos son bastante sencillos de llevar encima cuando estás entrenando (no lo pruebes con las espinacas, pero los frutos secos o el chocolate negro sí que son susceptibles de este transporte) por lo que además de los geles antes nominados quizás sea buena idea llevar un trocito de chocolate un poco de papel con frutos secos dentro para intentar corregir las caídas en el magnesio que puedan provocarse por el ejercicio intenso. Recuerda que con esto contribuyes también a evitar la aparición de calambres, por lo que es algo que no debes tomarte a la ligera.