Revista Economía

Cuidar la economía de todos

Por Maje

Cuidar la economía de todos
Cuidar la economía de todos

Mientras los premios Nobel discuten sobre cómo se puede solucionar la crisis del capitalismo financiero, cada ciudadano debe preocuparse por organizar la economía personal. No son asuntos tan alejados, porque quizá las decisiones correctas a nivel familiar sean las más adecuadas para arreglar de verdad la economía mundial. El secreto es ir un poco más allá de los consejos tradicionales (ahorro e inversiones que produzcan beneficio) para integrar en nuestras decisiones los aspectos éticos, ambientales y sociales.
INVERTIR EN COOPERATIVAS
La inversión directa en cooperativas, sin ningún tipo de intermediario financiero, es una manera de destinar los ahorros a un proyecto conocido y de utilidad social. Las cooperativas pueden financiarse a través de la emisión de títulos participativos que pueden ser comprados por particulares que quieran invertir sus ahorros en ellas.
El funcionamiento práctico de esta forma de ahorro es muy parecido al de un depósito bancario, pero con la transparencia y el control que faltan en las entidades financieras. Es una forma de inversión muy interesante, tanto para quien pone el dinero como para la entidad que lo recibe. Al inversor le permite conservar u obtener un rendimiento de sus ahorros y, al mismo tiempo, colaborar con un proyecto en el que cree. A la cooperativa le permite conseguir financiación a un tipo de interés razonable.
REDES DE INTERCAMBIO
Una forma de ahorrar es no gastar y una forma de no gastar es intercambiar. Las redes de intercambio son espacios donde se interactúa sin dinero. Permiten intercambiar bienes, tiempo, conocimientos y servicios, dependiendo de cada red. A menudo el intercambio se realiza mediante el simple trueque: dos personas se ponen de acuerdo en cubrir una necesidad mutua.
Las llamadas “monedas sociales” facilitan los intercambios multilaterales, es decir, aquellos en los que participan más de dos personas. No se trata de reproducir el concepto de la moneda capitalista, sino de recuperar el sentido original del dinero que era simplemente un patrón de intercambio, evitando el uso especulativo o acumulativo. Por todo el mundo hay diferentes experiencias, las hay que utilizan una moneda física, otras utilizan una libreta donde apuntan cada intercambio o por medio de cuentas virtuales. Uno de los objetivos de las monedas alternativas es apoyar la economía local, pues fuera de los ámbitos donde son reconocidas pierden su valor (pueden ser, por ejemplo, un barrio o una ciudad entera).
Los mercados de intercambio son espacios donde se pueden intercambiar puntualmente todo tipo de bienes y disfrutar relacionándose sin utilizar el dinero. Se organizan en pueblos y barrios regularmente. Pueden funcionar también a través de internet.
ENERGÍAS RENOVABLES
El objetivo de las cooperativas de bienes renovables (plantas solares, parques eólicos, bosques…) es entregar a la sociedad recursos sostenibles y si es posible obtener un rendimiento.
En función de la inversión a realizar, las cooperativas solares, eólicas y forestales pueden necesitar decenas, centenares o miles de miembros.
FONDOS ÉTICOS
Los bancos convencionales utilizan el dinero de los clientes siguiendo exclusivamente criterios de rentabilidad económica. Por tanto, los ahorros particulares pueden acabar financiando una central atómica, una fábrica de armas o una empresa que utiliza mano de obra infantil. Por eso es necesario asegurarse de que esto no ocurre. Una de las posibilidades es comprar participaciones en fondos éticos, solidarios o ecológicos que sólo invierten en empresas que respetan ciertos criterios.
Para invertir en un fondo ético nos podemos dirigir a nuestra entidad financiera habitual y solicitarle información sobre su oferta al respecto. En general, una fundación, ONG o asociación vela por el respeto de los criterios asumidos por el fondo y recibe una participación de los beneficios. En la actualidad, las entidades financieras españolas ofrecen una treintena de fondos de este tipo.
La organización Economistas Sin Fronteras ofrece información independiente sobre el mercado de inversiones éticas y alternativas.
BANCA ALTERNATIVA
Existe también la posibilidad de elegir una entidad financiera que se base enteramente en principios éticos: sólo invierte en proyectos de economía social o ecológica.
El Triodos Bank es la entidad de este tipo con más solera. Se fundó hace 25 años en Holanda y en 2004 llegó a España, donde se ha establecido como una entidad de referencia para la economía alternativa. Ofrece los mismos servicios que un banco convencional (cuentas de ahorro, tarjetas…), pero invierte el dinero exclusivamente en proyectos sociales, ecológicos, culturales y solidarios con un impacto positivo. Por ejemplo, el Ecodepósito Triodos a plazo fijo de un año está respaldado por Amigos de la Tierra España, Ecologistas en Acción, Greenpeace España, SEO/Bird Life y WWF/Adena.
La Fundación FIARE (Fundación para la Inversión y el Ahorro Responsable) no ha desarrollado todavía todos los servicios de un banco, pero ya ofrecela posibilidad de realizar inversiones a plazo fijo y pedir préstamos.
Las organizaciones REAS (Redes de Economía Alternativa y Solidaria) y RUFAS (Red de Útiles Financieros Alternativos y Solidarios) son otras opciones para poner en contacto los inversores potenciales con los proyectos necesitados de capital.
INVERSIÓN TANGIBLE
Existe otra alternativa a esconder el dinero debajo del colchón. Idealmente no debiera tratarse de una opción especulativa, sino de una puesta en valor de un patrimonio personal, cultural o social. Son bienes tangibles, por ejemplo, las joyas bibliográficas, las obras de arte y los objetos antiguos o de diseño.
APOYO A LA ECONOMÍA LOCAL
Las imperfecciones de la economía capitalistas y las causas de la actual crisis planetaria han sido enumeradas por los expertos: inversión en productos financieros opácos, falta de control público sobre las entidades, especulación con bienes esenciales, beneficios desorbitados de la banca… Todos estos problemas pueden ser solucionados a través de la economía responsable, basada principalmente en las relaciones locales.
Alimentos locales
Una buena parte del presupuesto familiar se destina a la adquisición de los alimentos. Elegir el lugar donde se compran tiene un enorme impacto económico global. Los productos más baratos y que proceden de otros contienentes son los asociados a más daños ambientales y más ganancias para los intermediarios. La alternativa es comprar –sobre todo los alimentos frescos– a los agricultores más cercanos.
Pequeño comercio
La misma lógica se puede aplicar a cualquier producto. ¿Es mejor adquirir un juguete fabricado en China o uno elaborado por un artesano de la propia población? Adquirir bienes en el entorno más cercano eleva el nivel de vida del lugar donde vivimos y de las personas que conocemos. Los expertos indican que, si siguiéramos este criterio sólo con la mitad de nuestros gastos, el efecto sobre la economía local sería radical.
Proyectos conocidos
No hay mejor manera de invertir el dinero que formar parte de un proyecto ideado por personas que conocemos y cuyos objetivos compartimos. Las redes de economía social sirven para poner en contacto las dos partes.
Fuente: Revista Integral

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