El proyecto de ley sobre el fin de la vida presentado el Gobierno, que propone admitir el suicidio asistido, con el nombre de “ayuda a morir” no lo tiene fácil. Francia se caracteriza por su rigor en el tratamiento de las cuestiones bioéticas.
El principal consenso en la opinión pública francesa se ha producido en torno a la necesidad de asegurar los cuidados paliativos a cuantos los necesiten.
Así se entiende que en el texto del proyecto de ley quedan fuera expresiones como “eutanasia” o “suicidio asistido”, y los cuidados paliativos se enfocan como un medio de acompañamiento al paciente.
La gran mayoría de los médicos no está a favor de intervenir en la “ayuda a morir”.