Cuidemos a los chicos en la web. No los dejemos solos.

Ella estaba desaparecida. Murió. La encontraron asesinada.

Su agresor la contactó por ‪#‎Facebook‬, haciéndose pasar por una niña estableció una relación de confianza: Eso es ‪#‎Grooming‬, un adulto, que finge ser otra persona para ganar la confianza de las chicas y chicos más jóvenes y realizar un abuso, ya sea de manera online (extorsiones que se producen en tu propia casa) o llevándolo al mundo físico.

La menor tenía distintos perfiles en las redes sociales, sumaba desconocidos, conocía gente nueva. Como casi todos los jóvenes en la web. Ellos suman gente que dice ser quien no es.

Si pensás que es la única o que a vos no te puede pasar, te equivocas. Los chicos quieren ser aceptados en el mundo social en el cual están, online, offline, es parte de la adolescencia, del crecimiento natural.

Los adolescentes, los niños que dejamos sólo en la web no logran diferencia, entender que son extraños que están al acecho que ellos se descuiden. Tienen un sentimiento que “a ellos no les va a pasar”. Pero sí que les puede pasar. A cualquiera.

Escucho tantas veces adultos que dicen que los niños pueden manejar solos la tecnología, que le dan acceso a redes sociales como SnapChat, Twitter, Instagram o Facebook desde los 6 años o menos.

Y ahí los dejan solos, sin contarles, sin educarlos, sin hablar con ellos, pretendiendo que sean personas adultas en un espacio que hasta nosotros podemos ser engañados.

Son chicos, solos, huérfanos en el mundo virtual. Ahí, en el mismo entorno donde hay personas que se dedican a buscarlos para cometer abusos, extorsionarlos, lastimarlos o hasta matarlos.

Por favor, hablá con tus hijos, preguntales qué hacen en la web. ¿en qué redes están? ¿con quién hablan? ¿les contaste del ‪#‎cyberbullying‬, el #grooming?

Si manejan redes sociales, chequea las condiciones de seguridad y privacidad. ¿A quienes siguen ellos? ¿Qué publicaciones les gustan? ¿Cómo se manejan con los chats privados?

Estar en sintonía con los chicos es que entendamos que tenemos que incorporar las nuevas tecnologías, probar, capacitarnos, entender, acompañarlos, guiarlos y protegerlos allí donde estén. ¿Qué cuesta? ¡Claro que sí! Pero no tenemos opción.

Cuidemos entre todos a los chicos, seamos parte de su mundo.

Por favor, no los dejemos solos.