Hoy quiero hablaros de un proyecto recién estrenado que me produce una emoción especial compartir. Se trata del proyecto personal de Eloísa, de Una maternidad diferente y sus Culitos de Tela, una tienda online especializada en la venta de pañales de tela y pañales ecológicos desechables.
Tenía pensado hablaros con detalle del proyecto pero casi prefiero dejaros con sus palabras:
Cuando nació mi hijo yo no había leído mucho, por no decir nada, sobre maternidad, crianza, porteo, etc… Algo había leído sobre partos respetados, pero poco más… Será porque antes de ser madre casi lo único que te preocupa es tu propio cuerpo y luego, de repente, al nacer tu hijo, cambia completamente tu perspectiva.
Me abrió las puertas a un mundo diferente leer el libro “Un regalo para toda la vida” de Carlos González, porque a través de él descubrí webs, documentos y conceptos que me fueron abriendo la mente hacia la crianza con apego, el respeto por los niños, etc.
Buceando, buceando encontré los portabebés y los pañales de tela, pero nunca me decidí a usarlos… me daba pereza… En cambio, con mi segundo embarazo tuve mucho tiempo para seguir navegando e investigando y decidí que mi opción para desplazarme con mis dos hijos iba a ser portear a la pequeña y llevar en carrito al mayor (que tenía dos años y dos meses cuando nació su hermana y todavía no era autónomo para andar grandes distancias).
También supuso un periodo de reflexión sobre los pañales de tela y me decidí a usarlos, sobre todo por sus ventajas ecológicas. No niego que me daba cierta aprensión pensar en organizarme para lavarlos... Compré nuevos, de segunda mano y no me costó demasiado cogerles el gusto y el truquillo, una vez nació la peque. La piel de mi nena lo notaba y agradecía y a la vez nos deshicimos de las bolsas de basura llena de pañales apestosos que había que bajar constantemente a la calle.
Para mi familia supuso un poco de shock. Yo creo que algunos pensaron que el siguiente paso iba a ser irme a vivir a una cabaña en el bosque, pero la verdad es que cuando les enseñé mis pañales de tela, bonitos, suaves y modernos y nada que ver con los picos y bragas de plástico que se usaban antiguamente, no tardaron en cambiar de opinión.
Gracias a esta experiencia me terminé convirtiendo en asesora improvisada de pañales de tela para mi hermana, amigas, compañeras virtuales… Y llegó un momento en el que pensé que podía rentabilizar todo ese esfuerzo que invertía en informar y asesorar sobre este tema poniendo mi propio negocio de pañales de tela… Al fin y al cabo, yo soy autónoma y ya trabajaba desde casa, así que podía compaginar los gastos administrativos de la nueva tienda con los que ya pagaba y organizarme para dedicar un poco más de tiempo cada día a la tienda.
Al final es un proyecto más que sumar a otros que ya tengo como asesora de lactancia, madre bloguera y ahora vendedora de pañales de tela. Creo que es un camino que he emprendido y que espero que me permita dedicar más tiempo a las cosas que me gustan ahora (más relacionadas con la maternidad y la familia) y depender menos del trabajo y esfuerzo que tengo que hacer para ganarme la vida en otros ámbitos menos gratificantes desde el punto de vista personal e intelectual.
Mi marido ha sido un gran pilar para este proyecto también. Al principio era un poco escéptico con el tema, pero poco a poco se ha dado cuenta de que los pañales de tela no supone trabajo adicional, que se ponen tan fácil como los de verdad y que la diferencia ecológica y económica es grande. Realmente le cogió el gustillo cuando abandonamos la época de “pruebas” y nos hicimos con nuestro propio surtido de pañales con los dos sistemas que más nos gustaban, uno para el día y otro para la noche.
Él me ha animado y apoyado y además ha sido el artífice de la preciosa web y el logo que tenemos para nuestra tienda online…
Nuestros hijos son el espíritu del proyecto, ya que sin ellos no habríamos descubierto este maravilloso mundo de la paternidad y todo lo que conlleva… Además, me encanta oír de vez en cuando al mayor canturrear “culitos de tela, culitos de tela”. Solo tiene tres años y medio, pero ya sabe de sobra que es el nombre de la tienda de pañales de papá y mamá y no sé si le gusta por esa pasión que ha cogido recientemente por lo escatológico (caca, culo, pedo) o porque realmente hemos acertado con el nombre.
A mi los pañales de tela siempre me han atraído pero por pereza nunca he probado. Lo cierto es que desde que conozco a Eloísa y, sobre todo, desde que he visto lo chulos que son (no tenéis más que entrar a la tienda para verlos), me llaman cada vez más la atención. No sé si me decidiré, sé que cómo le pregunte mucho, alguno caerá, y es que Eloísa está siempre dispuesta a aclarar dudas y echar un cable.
Te deseo el mayor de los éxitos ¡y que nosotros lo veamos!.