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Culpa, Ferdinand von Schirach

Publicado el 23 febrero 2016 por Aramys

Culpa

Hay pocas cosas mejores que la realidad cuando hablamos de crímenes, de odio, de venganzas, de la bajeza humana, y Ferdinand von Schirach lo sabe. Lo vive cada día en los juzgados. Abogado defensor penalista en Berlín, Schirach palpa cada día una realidad que a muchos nos incomoda y de la que preferimos vivir aislados. Asesinatos, violaciones, estafas, venganzas, injusticias, Schirach se encarga muchas veces de defender lo indefendible, o lo que a primera vista está ya sentenciado.

En 2009, Schirach decidió poner por escrito algunos de sus casos y los plasmó en Crímenes, que contiene once de los más de setecientos casos que ha defendido a lo largo de su carrera. El libro fue un éxito y estuvo cuarenta y cinco semanas entre los más vendidos en Alemania.

Un año después escribió Culpa, que contiene quince casos reales más que se encargó de defender. Culpa también fue un éxito y de nuevo fue uno de los libros más vendidos en Alemania.

Culpa es uno de esos libros incomodos de leer por la realidad que nos pone delante, que una cosa es leer ficción, y otra muy distinta es leer, ver, la cara más oscura del ser humano. Cuesta leer, por ejemplo, la violación de una jovencísima camarera que por un resbalón se derrama una jarra de cerveza encima de la camiseta y sobre sus pechos, detrás del escenario en una fiesta mayor. Y como después, un grupo de músicos borrachos, la viola en grupo para después tirarla debajo del escenario y salir a tocar sin el menor cargo de conciencia. Y aunque eso sea realmente atroz, la peor parte es la que tiene que ver con la justicia, cuando a Schirach le encargan defender a los músicos.

¨Había fotos de la joven, de su cuerpo vejado, su rostro hinchado. Nunca había visto nada igual. Sus declaraciones eran confusas, no permitían formarse una idea de lo ocurrido, cada páginas de los procedimientos dejaba traslucir la rabia, la rabia de los policías, la rabia del fiscal y la rabia de los médicos.¨

Culpa nos hace reflexionar una y otra vez sobre la propia figura de Schirach, la de abogado defensor, porque no es lo mismo defender a esos músicos que violan a una muchacha a sabiendas de que es un acto atroz y brutal, que defender a una mujer que, al parecer, ha asesinado a su marido después de diez años de soportar palizas, vejaciones y violaciones sistemáticas y que el marido amenazaba con empezar a hacer lo mismo a la hija de ambos que justo cumplía diez años en pocos días.

La justicia no tiene moral, la justicia es ciega y muchas veces sorda. Los abogados y los jueces y los jurados han de cumplir las leyes, aunque muchas veces la ley es de todo menos justa.

Schirach nos muestra en estos apenas quince casos, muchas de las caras del ser humano a las que se tiene que enfrentar, y muchas de ellas contradictorias. Defender a violadores brutales, defender a una asesina que defendía la integridad de su hija, defender a una adolescente acusada de asesinato por dejar a morir a su bebe, que ni siquiera sabía que llevaba en el vientre, fruto de ser violada por un vecino, ayudar a un hombre rico a librar a su hermano de la cárcel una y otra vez, defender a un hombre encarcelado durante años por el error de un policía…

Duros, agridulces y alguno premonitorio, como el del conductor que defendió Schirach por atropellar y matar a un tipo, que salía de su coche para asesinar a una mujer, los relatos que componen Culpa nos hacen valorar y temer la justicia en toda su envergadura, nos hacen participes de las luchas que se suceden en los juzgados a diario por parte de los abogados, los fiscales y los jueces, muchas veces contra las cuerdas y atados por unas leyes obsoletas, absurdas o demasiado recias. Pero también nos enseñan que no todo es blanco o negro, que no siempre la víctima es realmente una víctima de igual manera que un acusado con todas las pruebas en su contra, puede no ser culpable.

Fascinante también es la manera de narrar que tiene Schirach, su estilo es absolutamente neutro, desprovisto de cualquier juicio y sentimiento, una voz imparcial y fría, que no mecánica, que nos cuenta todo lo sucedido con una voz directa y sin florituras, sin apenas adjetivos, tan de moda últimamente, una voz que nos expone los hechos desnudos para que seamos nosotros quienes hagamos el ejercicio del juicio y de la reflexión.

Relatos duros y perturbadores, eso es un Culpa, pero sin llegar al regocijo y a la gratuidad de la que hacen gala muchas novelas últimamente, que más que contar historias parecen un catálogo de miserias y de violencia y sexo sin sentido. Schirach es ante todo respetuoso con el lector y solo escribe lo estrictamente necesario para entender el caso más allá del mero atestado judicial.

Desconocía a este abogado alemán descendiente de una de las figuras más terribles del oscuro reinado Hitleriano y, demonios, no será este el único libro que lea suyo.

Culpa
Ferdinand von Schirach
Ed. Salamandra 2012
153 páginas.


Culpa, Ferdinand von Schirach
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