A principios del mes pasado, estuve en la presentación de Culti Milano, firma de perfumería de ambiente que tiene a sus espaldas 30 años de historia. En la presentación conocimos a Alessandro Agrati, arquitecto de profesión y creador de la firma, que en 1988 buscó unir el mundo del diseño con el mundo de los sentidos, creando Culti Milano y revolucionando la forma de experimentar espacios y objetos.
Tal y como manifiesta Alessandro:“Mi idea fue crear una cultura ambiental que en este momento era increíblemente deficiente en nuestro mundo”. De ahí el nombre de Culti, concepto que describe ese proyecto entre cultura y estilo, una marca con alma muy personal, porque Culti no es sólo una fragancia para el hogar, ya que es capaz de recuperar los recuerdos, acompañándote en el hogar y en la vida.
Fragancias simples y reconocibles que han sido elaboradas a partir de materias primas únicas que replican la Naturaleza. Cada una de las fragancia es minuciosamente estudiada por el Laboratorio Olfativo para que ésta sea única y atemporal además de armonizar extraordinariamente con las demás, lo que te permite personalizar el ambiente. Fragancias con un ingrediente principal perfectamente reconocible de alta calidad que se acompaña de otros que lo realzan y suavizan.
Perfumes de ambiente con un sistema de difusión que ha sido imitado en todo el mundo, ¿Sabíais que Culti Milano fue la primera marca en crear los difusores de botella con palitos de ratán? Botellas que recuerdan a las botellas de leche y que junto con los palos, se convierten en objetos de diseño simple pero muy elegantes.
Una marca italiana que se inspira en la naturaleza para crear fragancias refinadas que se pueden mezclar entre sí para crear una fragancia más personal, algo que es imposible de imitar.
Son varias las fragancias de Culti Milano:
- Aqqua, con notas de Bergamota, Mimosa y Sándalo, que te transporta a un mar abierto, con vistas a la bahía, la montaña deslizándose hacia el azul y pueblos estampados como si de una obra de arte se tratase.
- Aramara, con notas de Naranja Amarga, Bergamota y Madera de Sándalo que te recuerda a un día soleado en el campo.
- Fuoco, con notas de Pachulí, Vainilla y Benjuí de Siam que te traspora a una noche densa que cae después de un día de mucho calor entre el hipnótico sonido de las cigarras.
- Mareminerale, con notas de Mar, Savia y Almizcle, recuerda a un amanecer en el mar, cuando al borde del agua, absorbes la energía del yodo y el olor húmedo de la vegetación, alisada por el roce de las olas.
- Mediterránea, con notas de Limón, Jengibre, Neroli y Cedro que te transportan a la campiña de Apulia, donde los granados están cargados de frutas entre los muros de piedra seca.
- Mountain, con notas de Cardamomo, Vetiver, Cedro y Ládano, que recuerda el ambiente de un chalet en las montañas en el que se calienta la madera en la chimenea con un delicado aroma sutilmente balsámico, casi oriental.
-Oficus, con notas de Hojas de Higuera, Jacinto, Jazmín, Leche de Higo, Sándalo, Vainilla, ámbar y Almizcle, que te transporta a esa suave brisa de verano en la que entre los muros de una granja se impone el crecimiento del higo en busca de la roca blanca de los muros.
- Terra, con notas de Mandarina, Neroli y Vainilla, que recuerdan a ese momento en el que pones las palmas de las manos sobre la tierra cálida de Marruecos y sientes una silenciosa fuerza que se eleva desde el suelo, despertándote el espíritu con la energía de los cítricos y la vainilla.
- Tessuto, con notas de Casis, Flores de Algodón, Bergamota, Jazmín y Almizcle que te transporta a un paseo en un campo de algodón. Una fragancia fresca y acogedora que te hace sentir como en casa.
- Thé, con notas de Bergamota, Té y Gaïac, te sumerge en la calidez de una bañera llena de té japonés en la que sus vapores difunden sutilmente el aroma de las hojas, impregnando el ambiente.
Los difusores están disponibles en tamaños de 100ml, 250ml, 500ml, 1000ml y 4300ml, siendo sus precios recomendados 36€, 56€, 75€, 105€ y 480€ respectivamente.
Tengo en el recibidor de mi casa una de las fragancias de Culti Milano y no pasa desapercibida para ninguna persona cuando entra en casa. Un aroma puro y embriagador que inunda la estancia con una extrema elegancia.
Una marca que crea "cultura de ambiente" que significa crear espacios donde la persona encuentre los objetos y los sentidos, un vínculo entre espacio y sentidos que adquiere mayor importancia en el Dynamo Camp, campo de terapia recreativa donde los niños con enfermedades graves vuelven a ser niños, un lugar donde pueden jugar y reír, porque la risa es una verdadera cura. Y ¿Por qué os digo esto? Porque por cada fragancia de ambiente Culti Milano ayuda a un niño a pasar una semana en el Dynamo Camp, una iniciativa digna de admiración.
Culti Milano, firma de perfumería de ambiente que Alessandro Agrati, arquitecto de profesión y creador de la firma, creó en 1988 en su búsqueda por unir el mundo del diseño con el mundo de los sentidos, revolucionando la forma de experimentar espacios y objetos.
By Raqueleita