#176 ,25 de junio
CultivoImagina una escultura
Sobre la que trabajas todos los días.
Si te detienes, la belleza
La abandonará lentamente.
#360, 26 de Junio
Final
El borde de la sombra nunca está en el borde.
El momento para contemplar el final es antes del final.
A este año le quedan cinco días. Habrá un final. Y habrá un nuevo comienzo. Eso es el Tao.
Si observas un florero cerca de la ventana y examinas qué lo hace parecer redondo, verás una sombra. Es el borde de la sombra. Es la sombra más oscura en esa cara. No está nunca en el borde: la principal fuente de luz alcanza el florero de un lado, y la luz reflejada viene del otro.
Del mismo modo en que el borde de la sombra que establece la redondez de un objeto ante nuestros ojos nunca está en el borde, también así deberíamos considerar los límites y los finales antes de alcanzarlos. No podemos estar sin límites y finales. Le dan definición a nuestros esfuerzos. Pero si hemos de sacarles provecho, tenemos que planear cómo los enfrentaremos. Para quienes siguen el Tao, aquellos que pueden acomodar los finales con gracia están entre los más admirados.
En el pasado, emperadores, escolásticos, santos, y otros en completa sintonía consigo mismos, podían conocer el momento de sus muertes. Mientras estaban todavía vitales, escribían poemas de despedida. Tales personas sabían cómo considerar los finales antes de alcanzarlos. Por eso no habían remordimientos ni persistentes
ramificaciones una vez que partían. La pureza del próximo ciclo estaba asegurada.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #177, Desgraciado
Vía: VivirTao
#177
Desgraciado
Un desgraciado es un fantasma sin raíces,
Su modo de andar es el de un ángel loco.
Los insolentes pasos de uno arrojado del cielo
Para trabajar duro en el polvo rojo.
Como si no hubiese tenido bastante
En mil vidas previas.
¿Dónde está su corazón? ¿Dónde está su alma?
Llamar a eso la voluntad del cielo
Es una respuesta barata.
Hubo una vez un dios que cometió un crimen. Su castigo fue el ser arrojado de regreso a la tierra para sufrir las desgracias de ser humano.
Cuando ves a aquellos menos afortunados que tú, ya sean los que viven en la calle o simplemente los feos e impopulares, ¿puedes estar seguro de que no son como aquel dios lanzado de regreso a este planeta de locos?
¿Es su desgracia por su propia culpa? ¿O lo explicas con referencias a la moralidad, el destino, la reencarnación y la justicia cósmica? Ni las palabras de los santos ofrecen alivio a sus sufrimientos, así que dificilmente parece justo el culparlos.
No nos tengamos por sobre nuestros prójimos humanos, sin importar qué tan grande la disparidad. El contener tu desdén es ya hermoso. El ver cómo todos somos de una familia es compasión.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #359, Cordura vía: VivirTao