Cuando era niña mi mamá me preguntaba, ¿quieres ser “del montón”? o ¿quieres ser del grupo de los que sobresalen? Y me decía que pusiera mi mayor esfuerzo en lo que hacía, que no me conformara con lo menos, que luchara por mis metas, sin dejar de tener respeto por los demás. Todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Lo cierto es que en ese momento yo no entendía lo que me quería decir, y tampoco porque me lo decía. Sin embargo a través de los años, uno como adulto se va dando cuenta por si solo que significan esas palabras… sabias palabras que predecían que en la vida había dos grupos de personas que poco a poco iba a ir conociendo.
A través de los años… se forja el carácter, a veces te vuelves perfeccionista, a veces te vuelves exigente contigo mismo, y no te conformas con cualquier cosa, sigues trabajando por eso que quieres… y lo intentas una y otra vez… creo que te defines en uno de los dos grupos… casi sin darte cuenta.
A través de la vida te encuentras personas de los dos tipos, aquellos que hacen culto a la mediocridad, este grupo que abunda por donde quieras que vayas… sin compromiso, sin esfuerzo, sin el mínimo animo de luchar por los demás o ayudar siquiera a sembrar un árbol. Aquellos que lo mismo les da que llueva o haga sol, sin proyectos, sin metas, sin nada, y es aquí donde entiendo las palabras de mi mamá: “del montón”.
Quiero resaltar aquellas personas que prefieren la cantidad que la calidad… se ha perdido en este mundo el esfuerzo por ser mejor… pero se ha ganado el “esfuérzate por hacer más… aunque sea mal hecho”… y cada día más y más personas luchan por hacer más cosas, pero mal hechas, cosas que otra persona tiene que arreglar o peor aún volver a comenzar para que quede bien. Lo vemos todos los días, en el estudio: los estudiantes dicen, lo que importa es sacar la nota “para aprobar”, los maestros ya no tienen mística y no les importa si ese niño o niña tienen un problema en su casa… lo que importa es cumplir con el programa educativo, al fin para eso le pagan dicen algunos, en las oficinas tenemos muchos mediocres, y muy pocos dedicados con amor a su trabajo, en la política… sin palabras. Que pesar da ver a la gente que no invierte ni un gramo de energía para ser mejor y lo peor de esto es que es CONTAGIOSO!!! ES COMO UNA ENFERMEDAD!!!
Pero siempre hay una esperanza, salgase de ese grupo, anímese a luchar por ser mejor, hágalo una y otra vez, pero hágalo bien hecho, cambie sus hábitos, atrévase a ser parte de la cultura del cambio, de personas que aprendimos a reciclar siendo ya adultos, que queremos cuidar nuestra salud y salimos a correr de vez en cuando, que tratamos de comer saludable, que estudiamos las cosas dos y tres veces para ir a una prueba sabiendo de verdad y no por aprobar nada más, que vamos a la oficina con la mente decidida a trabajar por ser mejores, que apoyamos campañas de reforestación y de limpieza de ríos y parques, que matamos el ocio con actividades productivas… atrévase a no ser del montón.
¿Lo bueno o malo de esto? Es que al mismo grupo al que usted pertenece hoy, pertenecerán sus hijos e hijas el día de mañana…
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