Uno de los mejores frutos de la II Cumbre entre países de América del Sur y África (ASA), que sesionó los días 26 y 27 de septiembre en la Isla venezolana de Margarita, fue la arrancada en firme del Banco del Sur, propuesto por el mandatario Hugo Chávez hace dos años en este mismo pedazo de geografía caribeña.
El esfuerzo coordinado de Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay arrancará con un fondo de 20 000 millones de dólares, destinado a propiciar créditos para financiar programas de desarrollo económico en sectores punteros de las economías de los países constitutivos de la nueva estructura financiera internacional. Así, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) pasarán cada día a ser una vieja pesadilla en la larga historia de saqueo de nuestra región.
La iniciativa de estos siete países latinoamericanos tuvo muy buenos votos de las contrapartes africanas del encuentro ASA, que vieron en el megaproyecto una nueva oportunidad para el mejoramiento de las relaciones comerciales en el Sur.
El Banco del Sur es, sin dudas, referente y motor impulsor para el desarrollo de ideas similares en África, que pongan fin a los humillantes y politizados créditos que brindan obsoletas estructuras financieras como el BM y el FMI, culpables del hueco financiero y económico que particularmente sufren estos países del Tercer Mundo desde que Occidente se encargó de derrumbar el proyecto nacionalista de Bandung.
Esta mirada positiva al Banco del Sur —incluso previa a la cita de Margarita—, por parte de mandatarios y ministros africanos, fue también gasolina para que Chávez hiciera otra propuesta que pone en jaque a las variadas formas con las que las grandes potencias pretenden seguir colonizando a los más pobres: la creación de un Banco para los países de ASA (BANCASA).
Por otra parte, durante la cita se concretaron muchos acuerdos bilaterales entre Venezuela y varios estados africanos. Uno de ellos es la creación de empresas de capital mixto que se ocupen de la exploración, prospección geológica, producción e instalación de pequeñas plantas para el procesamiento del mineral de hierro y su transformación en acero.
La corporación minera involucrará a Mauritania, Mali, Níger, Sierra Leona, Sudáfrica, Angola y Tanzania, algunos de los cuales carecen de la tecnología para transformar sus materias primas e impedir que Europa y Estados Unidos continúen saqueando sus riquezas.
También Caracas suscribió ocho acuerdos energéticos con varios países africanos, entre los que se destacan los firmados con Sudán, uno de los gigantes del sector del otro lado del Atlántico; o con la empresa nacional sudafricana Petrosa para trabajar conjuntamente en la oriental Faja Petrolífera del Orinoco. La alianza con Pretoria valora además la posibilidad de expandir la capacidad de almacenamiento en la más meridional de las naciones africanas, pues es un punto clave en la ruta de los envíos venezolanos hacia China.
En cuanto a la comunicación, TeleSur comenzó a dar sus pasos para tender un puente entre Latinoamérica y África luego de lograrse una alianza entre esa cadena multinacional y tres canales públicos africanos (Mozambique, Guinea Bissau y Angola).
Primeramente TeleSur comenzará a abrir corresponsalías, para luego pasar a una segunda etapa que incluirá la transmisión en 24 horas de la señal suramericana, que contará las historias y llevará la voz de nuestro continente a África, de primera mano, echando por tierra los reportes mal intencionados de nuestra realidad construidos por los poderosos medios de (des)información.
Otros acuerdos tuvieron un carácter multilateral, como el impulsado entre Caracas y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para luchar contra el hambre.
Aunque todavía es una idea, la invitación venezolana para crear un organismo bancario intercontinental será uno de los temas a discutir en la III Cumbre ASA, que tendrá lugar en Libia, en una fecha aun por precisar entre septiembre y octubre de 2011, y está la esperanza de que los acuerdos bilaterales se conviertan pronto en un gran tejido suramericano-africano.
Mientras, la República Bolivariana será la sede de la secretaría permanente que coordinará los proyectos concretos aprobados en Margarita, y que abarcan todas las esferas posibles: educación, cultura, salud, medio ambiente, paz y seguridad, ciencia y tecnología, agricultura, minería, entre otros.
El camino comenzado en la capital nigeriana de Abuja —sede de la primera cita ASA— en noviembre de 2006, encontró en Margarita la suficiente convicción política para que ambas regiones sigan en busca del sueño de su gente.
Como dijera Chávez, citando un proverbio senegalés, «el que quiere miel tiene el coraje de afrontar las abejas. Queremos la dulce miel para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos», y asegura el estadista: «Coraje es lo que nos sobra: juntos avanzaremos a pesar de las abejas».
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