Revista Cultura y Ocio

Cumpleaños del Principito

Publicado el 16 junio 2017 por Elarien
Cumpleaños del PrincipitoEn mi cumpleaños, el Principito preguntó cuándo le tocaba a él el turno. Le explicaron que primero iba el mío, después el de cuñadísimo y luego el suyo. Lo que no le contaron es que los intervalos entre uno y otro eran de casi tres semanas, así que el pobre chiquillo a los tres días no podía más de impaciencia (no sé a quién me recuerda).
Para aliviarle la espera, y fomentar el amor a la lectura, decidí aprovechar las reuniones familiares para regalarle algún libro. Descubrí al pequeño dragón Coco de casualidad y ha sido todo un hallazgo, creo que el sobrino y yo estamos enganchados a sus aventuras (hasta la Señora ha dicho que están muy bien, y eso que leyó una de las más flojitas). Su madre se las apaña para dosificárselas cada noche, no sé cómo lo logra porque no me parece nada fácil dejar la historia a medias, yo me los devoro en media hora, claro que no soy madre.
Lo cierto es que el chiquillo es muy bueno, tanto que a veces te sorprende. Es el único niño que no solo no tiene miedo a los médicos sino que además colabora en la exploración e incluso un día incluso le recordó a su pediatra que se le había olvidado mirarle los oídos (para entonces tenía 3 años). No me extraña que el susodicho pediatra (brasileño) llorase amargamente al despedirse de él cuando regresaron a España, me figuro que con pocos pacientes mantenía una relación semejante, siempre le decía a hermanita que ese niño iba para médico, algo que el propio sobrino declaró después de su estancia en mi hospital por donde pasó para ponerle unos drenajes en los oídos. Dada la demanda, más vale que alguien de la familia tome el relevo y de momento el Principito es el único que ha mostrado esa inclinación. Tampoco le falta imaginación, y eso es otro punto a favor, muchas veces en medicina es preciso imaginarse lo que le pasa al paciente, eso que algunos llaman ojo clínico tiene tanto componente de experiencia como de imaginación.
Cumpleaños del Principito Recuerdo una anécdota que me llamó la atención en la última barbacoa del hermano. Mis sobrinas mayores iban a bajar a por chuches y el chiquillo le pidió dinero a su madre para acompañarlas y comprarse algo. Como hermanita no llevaba nada encima, le remitió a su padre que sacó un billete de 5 euros una fracción de segundo antes de que su mujer le avisase para que no le diese al niño un billete. Para cualquier otro habría sido demasiado tarde, pero no para el Principito, que no tocó el billete y esperó a que lo cambiasen por una moneda. Como su padre no tenía, cuñadísimo y el catedrático sacaron el suelto que llevaban en el bolsillo. El niño miró a su padre para que le indicase qué hacer y, al no obtener respuesta, lo echó a suertes, no miró cuánto tenía cada uno, ni se le ocurrió coger lo que ambos le ofrecían, o el billete que su padre aún tenía en la mano, sino que se limitó a sortearlo y pedírselo al agraciado. ¡Pura inocencia! Claro que si aspira a ser médico más vale que conserve esa falta de interés por el dinero, porque en España no es una profesión para hacerse rico.
Hoy, por fin, ha llegado el cumpleaños tan esperado. ¡5 años! Espero que disfrute de su día y de sus regalos.


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