El pequeño-gran amor de mi vida, el culpable de mis risas diarias, el torbellino que me llena de abrazos día y noche cumple hoy dos años.
Sé que es típico decir ¡qué rápido ha pasado el tiempo! pero es que así es, revivo el primer instante en que te tuve en brazos tan intensamente que parece que fue ayer. Mi mayor alegría siendo tu mamá es que digan de ti que eres un niño absolutamente feliz y me siento la persona más afortunada del mundo por poder contemplar tu curiosidad sin límites, tus descubrimientos, tus trastadas, por escuchar tus risas, tus primeras frases con sentido, por darte la mano al pasear, por cada uno de los abrazos que me regalas.
Pequeñajo , te quiero infinito