El sábado, con bastante antelación, como viene siendo habitual para aprovechar los últimos coletazos de buen tiempo, celebramos el séptimo cumple de Jimena.
Dado que cada vez hay más cosas de Halloween, este fue el tema que elegimos, porque nos va lo gore.
Los colores de la fiesta fueron el naranja y el negro, con globos, calabazas, fantasmitas y calaveras.
La tarta daba verdadero terror (aunque estaba muy buena, sólo se la comieron los más valientes):
Los niños tenían que ir disfrazados y fueron así de “guapos”: