Esperé a la siguiente sesión con muchos nervios. No era tarea fácil decirle a Cupido que se tenía que retirar por un tiempo y menos la víspera de San Valentín.
Su reacción me dejó desconcertada. Lanzó las flechas y el arco a un extremo de la habitación. Después, se sacó la venda de los ojos y la hizo rodar por encima de su cabeza.
Yujuuuu!!!!- Alegría, mucha alegría…
Con una euforia ciertamente extraña, se me acercó y se sitúo a la altura de mis ojos. Las alitas batían rápidamente. Flop-flop-flop-flop.
-¿Me puede hacer un parte de baja? Querría tramitarlo hoy mismo. Me iré unos días al Olimpo, a ver a los griegos y después, si me siento preparado, iré al Panteón a ver a mis padres. Me encantará ver la cara de San Valentín cuando sepa que lo dejo solo con vosotros, los humanos…
Le firmé una petición de baja laboral y casi me puse a llorar cuando al cumplimentar el nombre del paciente escribí “Cupido”. Sentía su mirada en mi cogote y una extraña urgencia en él. Me arrancó el papel de las manos y salió volando a la vez que se despedía de mí.
-Gracias, Doctora. Nunca la olvidar…Crashhh! No calculó bien la distancia. Volaba mejor con los ojos vendados…
Por mirarme, chocó contra la pared del edificio que hay frente al mío. El cemento se resquebrajó alrededor de la figura del querubín. Se quedó, allí, empotrado. Escuche el sonido de sus alas al batir el aire, flop-flop, cada vez más débiles, flop-flop…flop…
Flop…
Como no sabía si aquello era real , no sentí mucha pena. La verdad, nunca me gustó Cupido. Considero casi delictivo , dejar a un niño, en paños menores, volar por ahí con los ojos vendados y un arco y unas flechas, sin supervisión adulta.
Mi parte de baja, voló hacia el suelo. Desde la ventana, vi como unos chavales lo recogían y se ponían a reír. Lo entendí. Era el parte de baja laboral de Cupido … Tenía su gracia…
Al día siguiente, 14 de Febrero, Día de los Enamorados, Día de San Valentín y Día del Amor ( en general), yo sabía que , desgraciadamente, Cupido nos había dejado. Abrí mi correo y me llegó el viral del día : Era el documento de parte de la baja de Cupido. Mi parte de baja. Alguién lo había escaneado y había escrito : Warning!
No sé cómo ocurrió pero , en vez de ser tomado como el típico meme gracioso, cundió el pánico en el mundo. Ni biología, ni química , ni termodinámica. Pánico total. Se reblogueó, se retuiteó, se colgó en millones de muros, apareció en la prensa seria, fue el tema de centenares de tertulias… ¡Cupido no está trabajando! ¡No va a haber más flechazos! ¡Ni más enamoramientos! Hubo muchos que se alegraron pero, también, muchos otros que entraron en una profunda depresión. Como una epidemia.¡Se acabó el amor!- proclamaban asustados. Sigo sin entender el impacto del asunto pero… ¡Cuanta razón tenía Pascal! …Las cosas del amor, la razón no las entiende ,
El teléfono de mi consulta no dejó de sonar en todo el día. Mi nombre aparecía en aquel documento y todo el mundo quería saber de mí. Prensa, televisión y también, pacientes desesperados en busca del amor que creían que yo podía tener algún contacto con Cupido.
Tras atender el teléfono toda la mañana, entré en mi despacho. Estaba agotada.
En un rincón, el arco y las flechas de Cupido. La venda que cubría sus ojos, estaba encima del respaldo del diván… Entonces, lo vi claro.
Fue como un impulso. Una extraña fuerza me guiaba. Me coloqué las flechas, cruzadas sobre el regazo. En el hombro, me colgué el arco y, finalmente, cogí la venda y me tapé los ojos. Sentí algo especial. Un extraño picor en la espalda y frío en la piel.
Y…flop-flop, flop-flop…
Mi cabello era rizado, de un precioso color rubio …Era lo único pasable de mi transformación a…¿Cupida?
Los primeros intentos de volar y tirar las flechas fueron terribles…Espero que los afectados me sepan disculpar. Aunque haya hecho blanco en un testículo, en un ojo, en un brazo y en un par de culos, San Valentín me ha asegurado que la flecha no tiene que dar en el corazón. Con que impacte, ya hay suficiente.
Parece que ha vuelto la calma y que este 14 de Febrero se está celebrando con normalidad. Sé que alguno que me ha visto ( no todos lo pueden hacer) se han quedado en estado catatónico y lo comprendo… Mi única prenda de vestir es un pañal… Tengo que encontrar la forma de hacerme con unas braguitas monas y algo para taparme los pechos. Hasta San Valentín me ha guiñado el ojo…
Si alguien me encuentra en el día de hoy y quiere recibir su flecha, ruego un poco de colaboración. Yo solo soy una sustituta temporal y…en prácticas . A poder ser, el que vea que le voy a tirar la flecha, que extienda los brazos y las piernas, en forma de cruz. Que mantenga el torso erguido y, sobre todo y muy importante, que no se mueva.
Feliz Día de Cupida!