En muchas playas ya hay redes para impedir el acceso a las zonas de medusas por parte de las personas que se van a bañar, aunque ni es en todas ni esto evita que pueda llegar a picar alguna medusa. Son otro tema del que hay que preocuparse en el verano, especialmente si pica a los niños o personas con poco peso, ya que las reacciones son peores.
El principal problema es que los tentáculos de la medusa están cubiertos de unas células que son irritantes o urticantes haciendo que cuando entren en contacto con la piel inyectan veneno y dan lugar a hinchazón, dolor y un picor intenso que ya a los adultos molesta como para no hacerlo con los más pequeños. En ocasiones puede llegar a algo más, sobre todo si pican más veces, como náuseas, vómitos, fiebre, jaquecas o hemorragias.
Lo primero que se debe hacer es lavar la picadura de la medusa con suero fisiológico o agua salada, el agua del mar es buena para las picaduras, nunca se debe utilizar agua dulce. También se puede aplicar vinagre. Además, se debe aplicar durante tres cuartos de hora frío sobre la zona para calmar la inflación, pero nunca se debe aplicar el hielo de forma directa ya que está hecho de agua dulce, para ello se debe utilizar una bolsa de plástico o un trapo.
No hay que frotar la picadura con la toalla ni arena, ni lavar con alcohol, sólo hacer lo que se indique anteriormente. Si aún quedan restos se deben quitar con unas pinzas o con el agua, pero no con las manos.
Muchos indican que se debe utilizar orina sobre la picadura, de hecho son muchas las personas que utilizan esta técnica, aunque no está demostrado. Lo mejor en caso de picadura de mesusa a un bebé o niño es buscar un centro sanitario o un socorrista para que le acuda y tome las medidas que considere necesario. Hay niños que pueden sufrir reacciones anafilácticas u otras consecuencias importantes.
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