La tormentilla es una planta perenne de bonitas flores amarillas muy habitual en los brezales de campo, ya que gusta de suelos herbosos y de páramos silvestres. Utilizada desde hace varios siglos como remedio contra varias molestias y trastornos, la tormentilla supondrá un buen aliado que no debe faltar en nuestra despensa natural.
Diarrea
Por su propiedad astringente, la tormentilla suele venir de perlas en casos de diarrea, especialmente si ésta viene acompañada de espasmos. Para ello, realizaremos una infusión con 20 gramos de rizoma por un litro de agua, y beberemos este preparado unas 3 o 4 veces a diario.
Pequeñas heridas
Un rasguño o herida de poca importancia también se puede sanar con esta hierba. Simplemente nos aplicaremos la infusión embebida en algodón directamente sobre la zona afectada y con ello conseguiremos taponar el rasguño y sanar su cicatrización.
Sangrados de nariz
De la misma forma que detiene las hemorragias de la piel, también hace lo propio con los sangrados de nariz. También nos serviremos de un algodón para tapar el orificio de la nariz que sangre, después de haberlo empapado con infusión de tormentilla.
Infección de garganta
Realizar gárgaras con la infusión ya mencionada a base de rizoma de tormentilla es un buen remedio para paliar la inflamación que se produce en la garganta y reforzar las defensas de ésta.
Hemorroides
¿Incómoda por las hemorroides al sentarte? Pues nada mejor que preparar un baño de asiento a base de unos 60 gramos de concentrado de tormentilla (de venta en parafarmacias y herboristerías) por litro de agua, y disfrutar de un baño relajante y reparador.
Mal aliento
Al ser una planta que tiene la propiedad de matar infinidad de gérmenes en el cuerpo humano, un par de infusiones de tormentilla (bebida o en gárgaras) ayudarán a proporcionar frescura a la boca y a detener su mal aliento.