Seguro que, al menos, sirve para arrancar una sonrisa.
Espero que os guste.
- Con las flores de "gordolobo" (verbasco), curaba las varices de las piernas.
- Con los "bulbos de los lirios" sembrados sobre el muro de la casa, preparaba cataplasmas para quitar inflamaciones dolorosas.
- La "flor del sauco", frita en aceite puro de oliva, para curar la erisipela.
- La "borraja" como sudorífica...
- El "romero", preparado en infusión con vino blanco o ron, servía para evitar la caída del cabello.
- El "vino de romero" resuelve los infartos glandulosos y tonifica los nervios.
- El "toronjil o melisa", tan aromático como el "espliego" (lavanda), para perfumar los vestidos y evitar el ataque de las polillas.
- La "malva" contra la tos.
- También para combatir la tos, el "tusílago" o "fárfara", que se ven al lado de las cunetas.
- La "parietaria" se toma para corregir la orina. Su nombre se debe a que se encuentra en muros y paredes.
- Arturo me contó en su casa de Barruelo, que los pasiegos colocaban la hierbabuena en la leche que dejaban por la noche al fresco en sus fuentes y arroyos.
- Para la tisis utilizaban la denominada "moteada pulmonaria".
- De la "violeta" se aprovecha la raiz, que es vomitiva.
- Las "campanillas" o "corregüelas" son purgantes.
- De olor muy agradable es la "trepadora madreselva" que empleaban antaño para combatir el asma.
- Dice un refrán: "Segador, siegues mal o siegues bien, no me siegues el llantén". Sus propiedades eran bien consideradas: una vez reducido a polvo, después de seco, mezclado con cera de abejas, es bueno para cicatrizar las heridas.
- El tubérculo del "martagón", también conocido como "antogil", se utilizaba para las heridas y las picaduras de reptiles.
- Cuando la gente iba al monte no se olvidaban que el acebo podía darles hojas y bayas; las primeras rebajaban la fiebre, las segundas son purgantes.
- De la corteza del "acebo" se obtenía la "liga", que primero dejaban pudrir entre piedras, para machacarla luego, hasta ponerla pastosa y pegajosa, de manera que, aplicada luego en los espinos o pajas largas llamadas "varilletas", quedaban pegados los jilgueros, pardillos u otros pájaros.
- Entre piedras calares se recogía la peluda y bien oliente "árnica", prodigiosa contra heridas y contusiones.
- Cuando había algún enfermo en casa, se colocaba sobre las brasas un paletón o puchero viejo. Se echan las ramitas que sueltan un humo y un olor agradable y tonificador para las vías respiratorias. También es empleado como condimento para el adobo o aliño de las aceitunas. Esta variedad es conocida como "tomillo salsero". Los mozos solían llevar una ramita entre los labios para darse el gusto de aspirar su aroma, o se tomaban una taza de ello para que les sentara la comida.
- El orégano se usa como condimento. En la época de las matanzas, se usa para el adobo de las carnes.
- Para los que padecen del hígado, aconsejan tomar en ayunas una taza de buena manzanilla con limón y mejor si se agregan unas gotas de aceite de oliva crudo.
- En algunos lugares solían poner trocitos de palo de "enebro" con algunas bayas en viejos baules, entre las ropas, para preservarlo contra ciertos insectos.
- Como reconstituyente se tomaba cocida la "genciana".
- Más desagradable era el "ajenjo", muy conocido entre cultos y artistas.
- El "lúpulo", la "genciana" y el "ajenjo" se utilizan para darle amargor a ciertas bebidas como la cerveza.
- El ajenjo quitaba la caquexia a los carneros, cuando su sangre era impura.
- Un par de zanahorias, partidas en cuatro trozos y cocidas en un litro de agua, cortan la tos de los caballos.
- El laurel, cuyas hojas y frutos se utilizan para productos farmacéuticos.
- Con laurel y manteca de cerdo, se prepara un ungüento para aplicarlo al pecho.
- Con rosas y hojas de laurel se corta la diarrea de los animales.
- La manzanilla en flor es buena para los reumáticos.
- Las manzanilla es buena para lavar los ojos y mejorar la vista.
- También para los ojos se utilizaba una flor llamada "aciano" o "azulejo" que nace en los trigales.
- El dolor de oídos lo quitaban con el jugo de cebolla machacada.
- Del perejil y la ruda se extrae un aceite muy usado en medicina y perfumería.
CURIOSIDADES
Resumen basado en el relato rupestre "Las albarcas de Gaspar", de Arturo Pérez González.
Núm 5 de la revista "Pernía", Edita y Dirige: Froilán de Lózar.